El mensaje "Hoy es un día de esperanza. Bienvenid@s a su vacuna" pintado sobre unas tablas sobrepuestas al muro de piedra que franquea la entrada de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM) es lo primero que ves cuando llegas a vacunarte.
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Este lunes inició el primer día de la campaña de vacunación, dirigida a adultos mayores, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Va a durar 10 días y tiene como centros de vacunación la Escuela Normal y el casino militar ubicado en Campo Marte.
Allí el proceso de vacunación es resguardo por la bandera monumental que ondea sobre la cabeza de las personas que hacen fila a un costado del Auditorio Nacional.
En los dos sitios el proceso es relativamente sencillo: los aspirantes a vacunarse tienen que llegar, entre 9:00 de la mañana y las 16:00 horas portando una identificación oficial, puede ser su credencial del INE o del INAPAM, una copia de su CURP, y comprobar que son residente de la alcaldía.
De acuerdo con el calendario anunciando por el gobierno de la Ciudad de México este lunes, Día Internacional de la Mujer, le toca a los adultos mayores que tienen apellidos con las letras "A" y "B" y este martes a quienes tengan de apellido inicial "C", "D" y "E".
Personal capitalino, que viene uniformado con gorra y chaleco color verde del que resalta el bordado "participación ciudadana", reciben a la población que llega y asesorar como pueden vacunarse. Unos vienen en automóvil, otros en taxi, otros más en metro y los menos llegan caminando. Con bastones, en silla de ruedas o sin nada más que un folder en la mano. Los hay de distintas clases sociales, edades y estado de salud.
"INE en la mano todo el tiempo, se la van a estar pidiendo", dice afuera de la Normal uno de los que visten chaleco verde y que ayuda a despejar la entrada para que el paso permanezca libre para aquellos que necesitan silla de ruedas.
En Campo Marte la fila vehicular empieza en la bahía de tránsito del Auditorio Nacional y llega hasta la calle Anatole France, sobre el carril del Metrobús. El tráfico se vuelve más denso en la zona. A la distancia, policías de la secretaría de la Seguridad Ciudadana (SSC) resguardan los dos centros de vacunación y personal de tránsito intenta liberar la carga vehicular.
"Buen día, ¿viene a vacunarse?" Es la frase con la que se acercan los organizadores a todos los que hacen fila, ya sea a pie o en automóvil, esta última pensada para las personas que no pueden permanecer de pie por mucho tiempo o que padecen alguna discapacidad motriz.
Después se le realizaron otras dos preguntas, si ya comieron algo antes de recibir la dosis y si no se han vacunado para cualquier otro padecimiento en los últimos 30 días. Luego, guardando las medidas sanitarias, les toman la temperatura, les ofrecen gel antibacterial y les permiten el paso. Si es necesario, alguien puede acompañarlos en todo momento.
Una vez dentro, los pasan a una zona de observación donde los estudian por al rededor de 30 minutos. Si aprueban la valoración médica les inyectan la primera dosis.
Las personas entrevistadas por MILENIO tras recibir la vacuna aseguran que recibieron la primera dosis de la marca Pfizer. La segunda les será aplicada en 21 días, de acuerdo con las indicaciones médicas.
"La verdad es que sí es una preocupación, porque sabemos que la situación está difícil que debe uno de protegerse (...) tanto como seguro no (me siento) pero siento que el hecho de haber recibido la vacuna en algo va a ayudar", dice Eliseo Velázquez tras recibir la vacuna en el centro montado en la Normal capitalina.
En la Normal, cuando salen les dan una botella de agua y una bolsa de plástico que contiene una naranja y una barra de alegría, para recuperar fuerzas tras la larga espera en el calor de marzo. En Campo Marte, solamente les ofrecen agua embotellada al entrar.
"¡Viva México! y ¡viva el presidente y quién haya hecho esta vacuna! Felicidades a esos doctores y químicos que hicieron esta vacuna nacional, ¡muchas felicidades!", grita Altagracia Ávila cuando ve a las cámaras de televisión al salir de recibir su primera dosis en Campo Marte.
dmr