"Yo sigo dando bolsas de plástico porque ni modo que la gente se vaya con lo que consume en las manos", indicó una vendedora de verduras y frutas que se coloca los fines de semana en la colonia Campestre, escena que se replica en diferentes puestos del Mercado 1 de Mayo, Central de Abastos o tianguis de diferentes partes de Pachuca y Mineral de la Reforma.
Este 3 de julio se celebra el Día Internacional libre de bolsas de plástico, que se proclamó con el objetivo de reducir su uso y fermentar su consumo responsable, sin embargo, aún no se realizan acciones contundentes para evitar esta situación, "porque las autoridades nos vienen a invitar a que participemos, pero les decimos que tenemos que terminar con el material que ya teníamos desde antes de la prohibición", explica una comerciante de una tienda de abarrotes ubicada en Mineral de la Reforma.
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En Hidalgo, desde el 15 de abril de 2019, el Congreso aprobó la prohibición del uso de bolsas de plástico y popotes en establecimientos comerciales de los 84 municipios, siendo que las sanciones por incumplimiento contemplan advertencias durante los primeros seis meses para luego cobrar multas de más de 80 mil pesos e incluso la clausura de los establecimientos.
Durante un recorrido por diferentes establecimientos y mercados de la ciudad capital, así como de Mineral de la Reforma, en la mayoría de los establecimientos ya utilizan bolsas biodegradables, "pero luego no sirven porque están delgadas, así que mejor les pedimos que traigan sus bolsas reutilizables que generalmente ya utilizan las personas, solo una que otra que se le olvida o pasa de rápido a comprar", indicó otra comerciante del Mercado Benito Juárez, quien apoya la iniciativa.
"Antes olvidaba la bolsa de tela y compraba otra y otra, hasta que se me hizo costumbre y ahora la cargo a todos lados", señaló Patricia López, quien indicó que ya en la mayoría de los establecimientos de la ciudad, ya no ofrecen bolsas de plástico.
En centros comerciales, panaderías, pollerías comerciales, así como en pequeños establecimientos, los productos son entregados en bolsas de papel estraza o de tela, mismas que tienen un costo extra, debido a esta ley que desde el 25 de julio de 2019 está vigente en el estado.
De acuerdo con Mireya Imaz Gispert, directora general de Atención a la Comunidad y Académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con la llegada de la pandemia a México, "las bolsas de plástico se están utilizando nuevamente y no deberíamos de regresar a utilizarlas, aún cuando la tentación es muy grande porque resultan cómodas y aislantes, pero volver a su uso sería perjudicial porque podríamos perder lo que hemos avanzado", señala la especialista.
En este tema, dijo, "solo se justifica el uso de bolsas de plástico en los casos donde existen enfermos con el virus, pues se debe aislar todos los desechos tóxicos que son una fuente latente de contagio", señaló.
Es importante recordar que las bolsas de plástico son producidas a base de petróleo lo que provoca que sean resistentes pero también altamente contaminantes para los ecosistemas como ríos, lagos, mares, océanos y en la tierra, además de que tardan cien años en degradarse, según estimaciones. Las especies animales también son afectadas ya que no distinguen esos objetos por lo que muchas veces ponen en peligro su vida al ingerirlos por equivocación.
De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al año se producen 500 mil millones de bolsas de plástico en el mundo y, en promedio, una familia mexicana consume 650 bolsas de plástico al año.