“Ser madre debería ser una decisión”: testimonios de mujeres sobre la interrupción legal del embarazo en CdMx

De abril de 2007 al 31 de marzo de 2022, se han realizado 247 mil 410 interrupciones legales del embarazo en la Ciudad de México; te presentamos algunos testimonios.

Interrupción Legal del Embarazo en Ciudad de México. (Shutterstock)
Adriana Anguiano, , Lizette Guadarrama y Karla López
Ciudad de México /

En 2007, en la Ciudad de México se realizaron diversas reformas al Código Penal para la despenalización del aborto durante las primeras 12 semanas de gestación, así como a la Ley de Salud, con el propósito de garantizar el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).

De abril de 2007 al 31 de marzo de 2022, se han realizado 247 mil 410 interrupciones legales del embarazo en la Ciudad de México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud local y del Ipas Centroamérica y México (Ipas CAM).

De las más de 24 mil mujeres que ejercieron su derecho, el 68.8 por ciento de estas viven en la Ciudad de México; sin embargo, mujeres de otros estados se han trasladado a la capital del país para poder interrumpir un embarazo.

El 94.5 por ciento de quienes accedieron a la ILE son mayores de edad. Te presentamos algunas de sus historias.

“Ser madre debe ser una decisión, no una obligación”

Ana se enteró que estaba embarazada en el baño de una gasolinera. La prueba positiva le cayó como balde de agua fría a ella y a su novio Eduardo.

No imaginó que a sus 25 años quedaría embarazada; todavía tenía sueños por cumplir: el título universitario no había llegado, su trayectoria laboral comenzaba y el “no estoy listo para ser padre”, propinado por su novio de 23 años, la hicieron pensar en el aborto.

Interrumpir su embarazo a las seis semanas fue una decisión difícil, pero estaba segura que no quería tener una maternidad forzada.

“Ser madre y formar una familia debe ser una decisión no una obligación”, dice a casi ocho años del aborto.


Tras interrumpir su embarazo, Ana cayó en depresión; la culpa y los prejuicios la hacían llorar casi todo el día, por lo que buscó ayuda con una psicóloga para sobrellevar el duelo.

“Además del dolor emocional de interrumpir un embarazo, las mujeres que decidimos ejercer ese derecho tenemos que guardarlo como un secreto para no ser juzgadas. Es una pérdida que vives sola y con la que tienes que lidiar toda la vida”, contó a MILENIO.

Hoy se siente más libre de poder hablar de la interrupción de su embarazo; sabe que tomó la mejor decisión y a sus casi 34 años se siente lista para formar una familia por decisión.

“No me pasaba por la cabeza ser mamá”

Mareth ha ejercido su derecho a interrumpir un embarazo en dos ocasiones. La primera vez ocurrió cuando era menor de edad, debido a que “ni me pasaba por la cabeza ser madre”; mientras que la segunda fue porque ni ella ni su pareja estaban “preparados económicamente” para hacerse cargo de un bebé.

“El primer aborto lo decidí junto con mi pareja en ese entonces, porque yo era menor de edad; tenía 17 años y él 28. Yo no quería ser mamá; ni siquiera me pasaba por la cabeza serlo y estaba estudiando la universidad”, contó a MILENIO.

A cuatro años de su primer aborto, Mareth decidió convertirse en madre y disfrutar de esta etapa. Sin embargo, dos años después volvió a quedar embarazada, a pesar de usar un método anticonceptivo de barrera.

“No estábamos preparados económicamente, yo apenas me acostumbraba al cien a ser mamá y como pareja estábamos muy inestables”, por lo que la pareja decidió interrumpir el embarazo.

Mareth considera que la interrupción legal del embarazo es un derecho al que todas las mujeres deberían poder acceder sin poner en riesgo su salud, por lo que espera que más estados y no sólo la Ciudad de México legislen sobre el tema.

“Mi mamá apoyó mi decisión”

Quedar embarazada a los 19 años no estaba en el plan de Frida. Como pocas adolescentes, ella contó con el apoyo de su mamá para poder interrumpir su embarazo en la Ciudad de México.

“Decidir sobre nuestro cuerpo es importante porque tener un hijo no sólo se trata de estabilidad económica si no también mental y personal”, dice la joven.

Frida contó que su pareja no supo del embarazo, ya que “no quería que su punto de vista interviniera en mi decisión y resignara mi deseo”.

Tras interrumpir su embarazo, Frida vivió episodios de tristeza y se llegó a cuestionar si su decisión había sido la correcta.

Sí queda cierto trauma, en el momento no porque todo es muy rápido, hay que estar conscientes que será una decisión para toda la vida; un consejo que yo les doy es que analicen bien e imaginen cómo sería su vida con un bebé y sin un bebé; todo llegó meses después cuando estaba sola me acordaba,

“Me daba tristeza pensar si realmente estuvo bien o mal; si eres buena o mala persona por decidir sobre tu cuerpo”, dijo.

Sin embargo, tiempo después pudo compartir su decisión con sus amigas; aunque el dolor y la tristeza es “algo que llevaré presente para toda mi vida”.

AA

  • Iván Ramírez
  • ivan.ramirez@milenio.com
  • Periodista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Editor web y reportero en temas de seguridad y justicia. Amante de los perros. Siempre buscando historias que contar.

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