A la sociedad le falta una cultura de la prevención para evitar ahogamientos en albercas o accidentes en áreas comunes y, al mismo tiempo, falta el desarrollo de estrategia de articulación para brindar respuesta a una emergencia.
Octavio Flores Hidalgo, investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que los accidentes como el ocurrido en la Ciudad de México en el que falleció un menor en una alberca, puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier espacio.
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“¿Cómo estamos preparados ante el riesgo o ante el peligro? Nadie está libre de un posible accidente, no solo los niños. No tenemos una cultura de prevención ni de atención en cuestiones de emergencia. Entonces, creo que debemos tener una red clara de vigilancia y, al mismo tiempo de apoyo ante cualquier situación que se pueda presentar”, destacó.
En la Ciudad de México, la Fiscalía General abrió una investigación con el objetivo de aclarar las razones que desencadenaron en la muerte de un menor de seis años durante una clase de natación en el Colegio Williams el pasado lunes 7 de noviembre a las 7:30 horas. Los familiares recibieron un aviso del centro, en el que indicaban que el niño “había tenido un percance en la alberca”; sin embargo, ahora se acusan a las autoridades escolares por negligencia y consideran que el ahogamiento le causa de la muerte.
El investigador de la Facultad de Arquitectura de la institución de educación superior de carácter privado en Puebla resaltó la importancia de establecer estrategias para reaccionar en espacios públicos o privados ante una emergencia.
“La cuestión es cómo estamos articulados para dar respuesta de una manera emergente ¿Cómo estamos preparados ante el riesgo y el peligro que puede ocasionar el atropellamiento, el juego? Nadie está libre de un posible accidente, no solo los niños, sino simplemente es que no tenemos una cultura de la prevención ni de atender en cuestiones de emergencia”, destacó.
Señaló que, en áreas comunes de las instituciones o en espacios públicos, no se pueden controlar todas las situaciones; sin embargo, se pueden implementar acciones para reducir los riesgos y para seguir un protocolo ante accidentes.
“Es un reto de compromiso y, sobre todo, de estar pendientes y no del abandono. Hay una situación, entiendo, después de lo que pasó con el ahogado en el colegio, tiene que ver con una situación en la que no todo lo puedes controlar, se te escapan de la mano, lo podemos ver en los gimnasios y en cualquier lugar cerrado”, explicó.
Resaltó que los programas de prevención deben ponerse en marcha tanto en albercas como en canchas de juegos porque un accidente en cualquier momento se puede presentar y se requiere de respuestas inmediatas.
“Es una cuestión de conciencia y, obviamente, en estos espacios, de estar al pendiente. Lo hemos vivido los que hemos sido futboleros, basquetboleros, nos torcemos los pies, nos lastimamos los pies, nos caemos, nos lastimamos”, destacó el investigador.
CHM