El mejor camino para enfrentar la inflación que se presenta en México se encuentra en el aumento a la inversión que realiza el gobierno federal y en la colaboración con la iniciativa privada para el desarrollo de ciencia y tecnología con el objetivo de reducir las importaciones y detonar el crecimiento local.
De acuerdo con el análisis “Estrategias de Transición Energética”, realizado por los investigadores de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Damián Emilio Gibaja Romero, director del Área de Matemáticas; y Hertwin Minor Popocatl, académico de la Maestría en Sistemas Integrados de Manufactura y Estrategias de Calidad, el territorio poblano cuenta con un amplio potencial para el desarrollo de las energías limpias; sin embargo, la mayor parte de los equipos y la tecnología que se ocupa en los proyectos es importada.
En México, de acuerdo con el Instituto para las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida como Unesco (por sus siglas en inglés), se destina el equivalente al 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto en investigación y cuenta con menos de 200 investigadores por cada millón de habitantes, datos que revelan que el país se encuentra entre las naciones que menos recursos destinan a investigación y a la ciencia.
Damián Emilio Gibaja Romero, director del Área de Matemáticas de la Upaep, explicó que la inflación afecta, en mayor medida, al sector tecnológico en México, porque la mayor parte de productos y equipos se importan de países desarrollados.
“La cadena de suministros de la energía es relativamente larga. Entonces, esa inflación se va acumulando hasta llegar al consumidor final. Entonces, hay cierta resistencia por nuestra poca capacidad para tener esta tecnología. En ese sentido, una forma de enfrentar la inflación es que el gobierno invierta más en investigación y desarrollo para que no dependamos de tecnología extranjera”, destacó.
Con la inflación, la adopción de nuevas tecnologías para el uso de energías limpias que provienen del aire y de la luz solar, se complica porque no se está produciendo en el país ante la falta de recursos y apoyo a la ciencia, destacó el especialista.
“Es innegable que la inflación nos afecta a todos. La inflación es un impuesto a la pobreza. Nosotros, una economía en desarrollo, nos vemos más afectados porque no producimos tecnología avanzada. La mayoría de la tecnología que se requiere para acelerar estos procesos es importada, entonces, cuando hay inflación nos termina afectando de manera importante. No tenemos los recursos para adquirir esta nueva tecnología y continuar con el proceso de transición”, apuntó.
En su oportunidad, Hertwin Minor Popocatl, académico de la Maestría en Sistemas Integrados de Manufactura y Estrategias de Calidad de la Upaep, explicó que las principales áreas de oportunidad para el desarrollo de energías limpias se encuentran en el sol y el aire.
“En la región de Tehuacán existen parques que generan una gran cantidad de energía. En general, en diferentes partes del estado se puede generar una gran cantidad de energía. En nuestros hogares, existe la alternativa de colocar páneles solares para obtener energía. Una de las desventajas es que las energías no son continuas, ante ello, se requiere el desarrollo de tecnología. Puebla tiene potencial en la energía solar y en los recursos hídricos”, destacó.
AFM