Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) visitaron diversos puntos del municipios de Tula de Allende para evaluar la problemática por el manejo de los lodos residuales en el río de la región.
Agrupados en el proyecto “Evaluación de riesgo para la salud humana por agentes tóxicos de origen antrópico como herramienta de empoderamiento social”, detallaron que el estudio es parte de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronace) de Conacyt.
Los investigadores generaron este primer acercamiento con pobladores de la zona para el tema en específico, ya que han recibido información sobre la contaminación, misma que se empeoró desde la inundación de septiembre de 2021, cuando las aguas desbordaron.
El doctor Miguel Ángel Gómez Albores del Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua (IITCA) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), encabezó al grupo que visitó el área, como parte de la evaluación del entorno, mediante el análisis de la documentación en campo, análisis químico-biológicos, así como entrevistas con habitantes de la zona.
Esto a fin de conocer el grado de afectación que se tiene en el rubro a raíz de la inundación de Tula por el desbordamiento del río y las obras en el mismo, dentro de las cuales se ha efectuado la remoción de lodos residuales sin que, presuntamente, se atienda la normativa en la materia.
Y es que este movimiento de lodos residuales ha generado molestia entre la población de la zona, pues últimamente los habitantes han reportado malestares estomacales, infecciones en la piel, ojos, presencia de hongos y bacterias en los pies, así como problemas respiratorios.
Estos conflictos en materia de salud, consideran los colonos, podrían estar relacionadas con la movilización de lodos sin la pre- caución debida y sin que las autoridades estatales o federales brinden la información completa sobre la composición de los mismos y su plan de manejo seguro.
Durante el recorrido realizado por los investigadores por la zona ribereña se percataron de la presencia de fuertes olores, tanto de residuos sólidos orgánicos, disolventes, agentes agrotóxicos, entre otros, mismos que son indicio de una problemática ambiental que requiere urgente solución y por lo cual desarrollarán la investigación de campo para tomar las pruebas correspondientes a fin de emitir un diagnóstico final.
Dicha visita de trabajo forma parte de la segunda etapa del proyecto Pronace, coordinado por la doctora Brisa Violeta Carrasco Gallegos, y en el cual participan cinco universidades, dos centros de investigación y más de cincuenta investigadores, quienes desde hace meses trabajan en la zona junto con pobladores, activistas y organizaciones, en distintos aspectos.