¡Orgullo politécnico! IPN colabora con la NASA para medir microplásticos en el aire

El Instituto Politécnico Nacional fue invitado a participar en una misión suborbital. Te decimos en qué otros proyectos participará.

Científicos del Politécnico medirán los contaminantes de la atmósfera. | Especial
Alma Paola Wong y Serrat García
Ciudad de México /

Especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajarán codo a codo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés) para medir los niveles de contaminantes en la estratósfera.

Por primera vez en su historia, la universidad participará en una misión suborbital (que no saldrá de la atmósfera) que partirá desde la base espacial McCurdo en la Antártida a finales del 2024, de acuerdo con el comunicado del Politécnico.

El objetivo del estudio es medir los niveles de contaminantes en el aire, particularmente microplásticos, por medio de globos de superpresión que volarán durante 15 días para recopilar imágenes.

El tiempo en que los materiales de medición estará flotando equivale a una vuelta completa a la Tierra, debido a la posición geográfica del despegue: el extremo sur de la isla Ross, cerca de Nueva Zelanda.

La misión utilizará globos especializados. (Arturo Salazar)

Sumado a lo anterior, la presión atmosférica en el vórtice polar es más alta que en el resto del globo y eso será aprovechado para que el globo no pierda altura.

El vuelo comenzará en diciembre del 2024 y concluirá en enero del próximo año, informó Mario Alberto Mendoza Bárcenas, investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial y director del proyecto.

Para que todo esté listo, los instrumentos de medición que utilizará el Politécnico serán puestos a prueba a mediados de año para comprobar que soporten las condiciones de la misión: evaluaciones técnicas y exposición a campos electromagnéticos.

Así mismo explicó que la misión utilizará sensores de humedad, temperatura y radiación ultravioleta. Los resultados serán analizados por ingenieros del IPN y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en conjunto con el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (Iteso) y el Molina Center for Energy and Environment (MCE2).

¿Cómo será la misión? 

El IPN detalló que se prevé que la misión se realice a finales de diciembre de este año y durante enero de 2025.

El vuelo partirá de la Base McMurdo de Estados Unidos, localizada en el extremo sur de la isla Ross —cerca de Nueva Zelanda, en el polo sur— la cual es operada por el Programa Antártico de Estados Unidos.

El investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del IPN, y líder del proyecto, Mario Alberto Mendoza Bárcenas, explicó que la misión especial FY25 a la Antártida con el EMIDSS-6 tendrá una trayectoria de una revolución en 15 días, equivalente a una vuelta a la Tierra, a bordo de globos de superpresión (SPB) que permiten alcanzar un alto nivel de flotación.

Explicó que uno de los objetivos de la misión es el desarrollo de la primera etapa de instrumentación para la identificación de contaminantes, principalmente microplásticos en la estratósfera, a través de un sistema de captura de imágenes del entorno relacionadas con la altitud durante el ascenso de la plataforma hasta su punto máximo de flotación.

Indicó que, al ser el vórtice polar un sistema persistente de alta presión que forma un patrón de circulación atmosférica único sobre la Antártida, permite que el globo mantenga una altitud constante durante un periodo más prolongado de tiempo.

Bajo estas condiciones ambientales, el módulo EMIDSS-6 podrá recabar y almacenar datos para el desarrollo de gráficos y conocer la caracterización del entorno estratosférico en latitudes bajas con el uso de tecnología mexicana aeroespacial.

Mendoza Bárcenas señaló que el módulo registrará variables ambientales a través de sensores para la medición de humedad, temperatura, humedad relativa y radiación ultravioleta con dispositivos de grado comercial.

En julio próximo, los expertos de la NASA someterán al EMIDSS-6 a estrictas evaluaciones técnicas y de compatibilidad electromagnética con base en los estándares, para que, al cierre de año, la carga útil participe en la misión suborbital desde la Antártida.

Finalmente, informó que el equipo de trabajo de la misión estará integrado por expertos del IPN, del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología y del Instituto de Ingeniería, ambos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso) y el Molina Center for Energy and the Environment (MCE2).

SNGZ /RM

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