Crea peluches con prendas de fallecidos por covid-19

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María Fernanda Velázquez confecciona osos de peluche con la ropa de los fallecidos que perdieron la vida por covid-19

Crea peluches con prendas de fallecidos por covid-19 en Irapuato. Foto: Daniela Béjar
Mariana Ramos
Irapuato /

La camisa de José Luis ya es un oso, lo mismo pasó con una sudadera que era de Mario, al igual que una playera del club América que era de alguien más.

Ellos ya no están pero sus familias ahora los abrazan, recordando la esencia de los suyos entre los hilos de sus prendas favoritas. El covid-19 se los llevó y María Fernanda, una mujer irapuatense de 46 años de edad convirtió la ropa de ellos en el mejor recuerdo para sus familias.

"Todas las pérdidas son devastadoras creo que con esta enfermedad han sido más fuerte las pérdidas porque no te da tiempo de asimilar nada... A veces te dicen tu papá, tu abuelo está enfermo, lo tenemos que ingresar al hospital y no lo vuelves a ver y eso es muy duro porque no puedes hacer funerales y nada más te entregan las cenizas", declaró.

Cuando María Fernanda, también conocida como Mafer empezó su negocio de hacer muñecos con ropa, para las mamás que querían tener con la ropa de su bebé un recuerdo, nunca le pasó por su mente que la peor pandemia en 100 años le traería una oportunidad de dar paz y también un homenaje post mortem.

"De alguna manera los ayuda a encontrar un poco de paz, con el recuerdo y es un recuerdo muy bonito porque lo pueden abrazar es muy padre tener ese recuerdo, pero a veces no es tan fácil porque tardan en querer desprenderse de sus prendas para hacer algún recuerdo", comentó Mafer.

"Se ha hecho más popular por el tema de covid, porque desgraciadamente con esta pandemia mucha gente no tiene la oportunidad de despedirse de sus seres queridos, esto es tan pronto que ni siquiera alcanzan asimilarlo", agregó.

Cada pieza es única, los peluches son bordados en su mayoría a mano por lo que el proceso de elaboración involucra varios días, desde una semana hasta dos y media dependiendo el modelo y complejidad. Además, por protocolo de seguridad e higiene antes de trabajar con alguna prenda se solicita que se entregue lavada y planchada.

"Yo lo que siempre les digo es que si me quieren dar la confianza de crear algo con sus prendas siempre lo voy a hacer con mucho cuidado porque a veces pasa que no se quedan con nada y tienen un suéter una camisa, una sudadera y es lo único que les queda de ese ser querido”, expresó.

A decir de Mafer lo más difícil de su trabajo por la responsabilidad y emoción que representa es entregar los peluches terminados, incluso confiesa que las ganas de llorar son contenidas, pues jamás se podrá reponer la vida de aquel ser querido que muere.

"A veces lloran cuando ven los muñecos, la mayoría me dice "es que no me imaginé que terminara así" Una cosa es verlo en fotografía y otra es verlo en físico porque muchas veces la gente dejamos nuestro humor impregnado en las prendas aunque estén lavadas", comentó.

El coronavirus no sólo nos ha arrebatado la oportunidad de abrazarnos, de trabajar, de vivir. En el peor de los casos ha impedido despedirse de aquellos seres queridos que mueren a causa de la enfermedad.

"A veces hasta a mí me dan ganas de llorar, pero me aguanto porque es darles un poquito de paz como te decía de recordar a ese ser querido con amor, con alegría todos los recuerdos que guarda esa prenda".

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