Con gafas de protección, uniforme fluorescente y botas de caucho,el perro Harley “El Tuerto” acudirá a unidades médicas de cinco entidades para contribuir a disminuir el estrés, desgaste físico y mental, entre el personal de salud que atiende a pacientes con covid-19 en el ISSSTE.
El coterapeuta canino recorrerá, como parte del “Programa de Apoyo Emocional y de Ayuda Humanitaria Asistido por Perros”, los hospitales regionales del puerto de Veracruz; “Presidente Juárez”, en Oaxaca; “Dr. Valentín Gómez Farías”, en Jalisco, así como en el General de Pachuca, Hidalgo; la Clínica Hospital de Tlaxcala, y las oficinas de la Dirección Normativa de Salud de la Ciudad de México.
El pug, que forma parte de un equipo multidisciplinaria de atención mental, también hará recorridos de seguimiento en ocho hospitales de la Ciudad de México, Puebla y el “Bicentenario de la Independencia”, en Tultitlán, Estado de México, en sus turnos vespertinos o nocturnos. Esto, debido a que el personal de salud en estas unidades médicas ha atendido, en estos ocho meses de emergencia sanitaria, a más de 40 mil pacientes.
Lucía Ledesma Torres, neuropsicóloga asignada a áreas covid-19 y responsable del Proyecto Harley “El Tuerto”, informó que la tercera etapa del programa se llevará a cabo hasta enero de 2021.
“La fase 3 del programa (…) llega cuando estamos entrando a la segunda ola de contagios y en sindemia de covid-19 e influenza; con un personal sanitario comprometido que cada día hace su mejor esfuerzo, pero ya resiente el desgaste físico y psicológico, que es muy importante atender para prevenir crisis o secuelas”, reconoció.
El trabajo de Harley, dijo, ha sido implementado en varios países del mundo, debido a que logra reducir el estrés laboral por la alta exigencia de la atención al coronavirus. “El 95 por ciento de los participantes en las dinámicas de convivencia canina expresaron sentirse gratificados anímicamente al jugar, cargar, abrazar y acariciar a Harley”, destacó.
“Ha ayudado a fortalecer el sentido de pertenencia institucional, inyectar ánimo a la clase trabajadora y estimular la solidaridad e integración entre los equipos de salud, quienes son los más valiosos recursos para enfrentar la contingencia sanitaria”, refirió.
La especialista puntualizó que el programa se realiza bajo estrictos protocolos de bioseguridad y bioética, los cuales consideran, para el perro, tiempos de descanso y recuperación, mantenimiento físico y recreativo, uso de equipo de protección, uso de goggles, uniforme fluorescente de materiales repelentes y botas de caucho, así como procesos de higiene y desinfección, valoraciones veterinarias semanales y pruebas periódicas de detección covid-19.
En sus dos etapas de intervención terapéutica, Harley “El Tuerto” realizó mil interacciones en el Centro Médico Nacional “20 de noviembre” y dos mil más en su segunda etapa que incluyó diez hospitales.
A la fecha, tanto el pug como su dueña y guía profesional, Lucía Ledesma Torres, están libres de coronavirus, lo que habla de las bases científicas y el rigor de los protocolos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
lp