Un joven médico quien sueña con ser especialista en traumatología y ortopedia vio truncada su meta luego de ser víctima de malos tratos, acoso laboral e injusticias desde el mes de marzo, hasta agosto del año 2022, esto dentro del Hospital Regional Valentín Gómez Farías del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ubicado en Zapopan, Jalisco.
- Te recomendamos ISSSTE y Conavim firman convenio para atender casos de violencia de género Sociedad
"Acoso laboral, de todo tipo de trato inhumano, con tal de que se pudieran deshacer de mí, porque a la titular del servicio la doctora Cristina Carvajal Villaseñor no le pareció que yo hubiera sido aceptado, si ella no me aceptó. Mediante sus órdenes instigó el acosamiento hacia mí y por medio año tuve que tolerar con el fin de yo poder cumplir mis sueños de realizarme de formarme como médico ortopedista este todo este tipo de hostigamientos", señaló el ahora médico ex residente.
Añadió que en varias ocasiones se le acusó de poner el riesgo la vida de los pacientes, que nunca se le brindó supervisión como a los demás residentes de primer grado, que se le obligaba a trabajar los 7 días de la semana con un horario de 5 de la mañana a 3 de la mañana del día siguiente y que él no fue el único en sufrir esta situación e indicó que el mal funcionamiento de dicho organismo público también le afectó en su desempeño.
"Cualquiera puede llegar a modificar esos expedientes y por lo tanto la seguridad del paciente no es del todo íntegro al estar los expedientes completamente expuestos hasta para que hasta el de intendencia pueda llegar a tomarlos y ver qué hay dentro de ellos, entonces como la gente allí siempre tuvo el interés de hacerme la vida imposible cualquiera puede llegar a mezclar mis papeles o sacar papeles introducir papeles etcétera para poder sabotearme", aseguró.
Expuso que fue despedido sin ninguna consideración por lo cual realizó una denuncia.
"Mediante el jefe de enseñanza el doctor Francisco del Río Hidalgo, me despidió sin la aptitud para poder hacerlo, eso me enteré en la PROFEDET que él no tenía ni la más mínima capacidad para decirme que me fuera, él ni nadie más que en la Ciudad de México además yo no había cometido ninguna omisión grave para recibir un despido injustificado", señaló.
El joven aseguró que esta situación llegó hasta los representantes del ISSSTE en la ciudad de México, donde también se cometieron irregularidades. El joven realizó una denuncia ante las autoridades pertinentes, refirió que fue víctima de mal trato, injusticias, nepotismo, acoso, atentados a su profesión y condiciones imposibles para ejercer.
Esta situación afectaba a la institución puesto que no era la primera vez que esto sucedía y que otro residente del mismo hospital y de la misma área a cargo de la doctora Cristina Carvajal Villaseñor, ya había interpuesto una queja ante Derechos Humanos, la cual refiere se hizo de conocimiento público.
"El doctor que se cambió de sede, tras haber sido acosado levantó una denuncia a Derechos Humanos y a la Fiscalía, eso se viralizó y se nos pidió a nosotros, los residentes restantes que firmáramos que todo eso es mentira que nuestro ámbito es saludable que todo estaba perfectamente bien", señaló.
Aseguró que él también pidió un cambio de sede mismo que no se le fue otorgado ya que se le realizó un examen para poder seguir su residencia; sin embargo, indicó que este se le aplicó con el fin de proteger al Doctor que lo había despedido injustificadamente.
"Después de haber sido despedido, la jefa de enseñanza del ISSSTE de la Ciudad de México la doctora Dylan García Díaz Chiguer, estando enterada de que denuncié al doctor Rodrigo Francisco del Río Hidalgo, jefe de enseñanza del hospital Valentín Gómez Farías, me mandó llamar para hacer una valoración para poder ser ubicado en otra institución y continuar con la residencia tras haber sido despedido; sin embargo todo fue un engaño, pues jamás se me mostró la calificación o evidencia del examen tan informal que hice ahí en la Ciudad de México, en un ambiente lleno de ruido y apoyado sobre una carpeta, por un médico residente sin la aptitud para poder evaluarme, solo se me dijo que no acredite y que no podía continuar con la especialidad".
Expuso que esta situación lo minimizó como persona y profesional, por lo cual ha tenido que acudir con especialistas de la salud mental y desea que lo que él vivió no lo tenga que pasar ningún otro médico estudiante.
MC