Crucial formar a las audiencias para que exijan sus derechos

Académico de la universidad jesuita señala que en México existe rezago en este sentido, ya que hay países donde se enseña a los niños a consumir información

La determinación de la SCJN ordena a las emisoras de radio y televisión distinguir noticias de opinión en sus contenidos. (ESPECIAL)
Guadalajara /

Luego de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ordena a las emisoras de radio y televisión distinguir noticias de opinión en sus contenidos, académicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso) coinciden en la importancia de formar a las audiencias para que puedan exigir sus derechos.

Cuando alguien estudia Ciencias de la Comunicación o Periodismo aprende que hay diferentes géneros periodísticos y que, según de cuáles se trate, pueden incluir en mayor o menor medida la opinión de quien produce los contenidos. Sin embargo, también aprende que las fronteras entre unos y otros géneros son difusas.

Si para quien los estudia es complicado, para el consumidor de información puede resultar completamente ajena la diferencia entre una nota y una opinión, aunque sea importante saberla para poder analizar lo que se consume.

Por eso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que los concesionarios de radio y televisión deben diferenciar explícitamente un contenido de otro, además de facultar al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para autorizar códigos de ética que rijan el trabajo de dichos concesionarios. Juan Larrosa Fuentes, académico del Departamento de Estudios Socioculturales (Deso) del Iteso, explica que la resolución de la corte retoma una ley que había sido aprobada en 2014 y que contemplaba los derechos de las audiencias, misma que había sido reformada en 2017.

Con la resolución de la semana pasada se regresa a la ley de 2014, que exigía a concesionarios de radio y televisión diferenciar entre los contenidos noticiosos y los llamados de opinión. Si bien diferenciar un contenido de otro es complicado en la práctica, “es fundamental hacerlo en términos de derechos de las audiencias”, dice Larrosa.

El coordinador de ETIUS: Observatorio de Comunicación y Cultura del Iteso agrega que en México hay un rezago en lo que respecta a la formación de audiencias. Dice que hay países en los que desde la educación básica se enseña a las infancias a consumir información, y añade que es una labor en la que la academia tiene un papel importante.

En la misma línea se expresa Iván González Vega, coordinador de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del Iteso, quien señala que el trabajo con las audiencias: “Es un reto de largo plazo, porque es una gran deuda que tenemos con las comunidades”.

Con una larga trayectoria ejerciendo el periodismo, González también considera que una audiencia bien educada en el consumo de información “conlleva un ecosistema más sano, porque cuando se encuentra con un discurso disfrazado de hecho es más fácil cuestionarlo”.

Para el coordinador de la licenciatura, diferenciar una noticia de una opinión es un asunto de forma, ya que en la práctica es muy difícil separarlas porque “tenemos información producida en dinámicas que nunca son completamente objetivas e imparciales”.

González Vega también menciona que en estas discusiones muchas veces participan sólo los actores relacionados con la producción de información —entiéndase periodistas, productores y dueños de medios o concesionarios—, pero es indispensable involucrar a los ciudadanos y a las organizaciones de la sociedad civil. En ese sentido, agrega, “los medios nativos digitales llevan una gran ventaja, porque ellos constantemente se están preguntando cómo involucrar a las comunidades. Este cambio de modelo revela lo lejos que estábamos de hacer un periodismo que de verdad tuviera en el centro, como prioridad, a las audiencias”.

Para Larrosa, la resolución de la corte en cuanto a la distinción de contenidos es relevante porque ya se ha visto que “un sistema de medios informativos disfuncional, con contenidos inundados de propaganda o información mal contextualizada, tiene consecuencias”.

Como ejemplos cita la toma del Capitolio en Estados Unidos por partidarios de Donald Trump, hace poco más de un año o, más recientemente, toda la polémica que ha habido en torno a las vacunas contra el covid-19.

Por su parte, Iván González Vega concluye señalando que no son los medios quienes les conceden derechos a los ciudadanos, sino que “son los públicos los que ejercen estos derechos”.

MC

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