Jalisco, como todos los estados del país, tiene una agenda pendiente con la infancia y con los niños en condiciones de desamparo, de abandono y que están en algunas instituciones albergados.
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Así lo aseguró María Antonia Chávez Gutiérrez, investigadora de la División de Estudios Políticos y Sociales de la Universidad de Guadalajara, quien insistió en que este sector de la población continúa siendo de los más abandonados.
Para la especialista, es importante hacer hincapié en que las instancias responsables de atender los derechos de la infancia deben darle prioridad e importancia a este tema: “Para no tener nosotros que estar hablando de cuántos son los menores que están en condición de albergue, sin el cumplimiento de sus propios derechos”.
Antonia resaltó que actualmente las instituciones dedicadas a esta labor son insuficientes. Aunque reconoció que en muchas de estas se hace el mejor esfuerzo, son escasas en tamaño, en personal y en favorecer la atención de los niños.
“De pronto, los niños que han tenido un problema en particular y que, sobre todo, por poner un ejemplo, niños que han sido abusados sexualmente, niños que han sido violentados y que se acercan a este tipo de instancias. Las instancias no tienen la capacidad de derivarlo para que se le dé la atención personal, ni de dar el seguimiento para que se llegue a atenciones jurídicas y a las violencias que recibe. Entonces creo que hace falta que se le dé la prioridad correspondiente. Estos niños son realmente la reproducción de la especie, y no la estamos cuidando con ese rigor”, aseguró.
Sobre los niños y adolescentes albergados, la especialista explicó que se desconoce la cifra exacta pero, dijo, en la información que circula tenemos un cálculo de que hay unos 7 mil niños en diferentes tipos de albergue.
Generalmente, aclaró, las líneas para el protocolo de adopción no son tan complicadas: “Lo que vuelve complicada a la adopción es que la gente que quiere adoptar tiene muy claras sus expectativas en cuanto a lo que sería la adopción y, generalmente, buscan niños más pequeños. Niños como de meses, niños pequeñitos, cuando en realidad no hay muchas opciones de niños con esas características, ya que la mayoría de los albergues están llenos de niños con edades mucho más avanzadas, de 5, de 6, de 7 años en adelante, hasta los 16 o 17 años. Pudiera decirse que hay cierta tendencia de pedir niños en adopción con edades menores a los 9 años y cuando la mayoría de los niños tiene más de 9 años”.
“Si quisiéramos hablar de un porcentaje podríamos decir que en los albergues que tienen niños desde cero años hasta 17, que en realidad no son todos, la gran mayoría, más arriba del 50 por ciento, estarían arriba de los 9 años en adelante”, insistió.
Chávez consideró que es un problema más bien cultural el que la mayoría de los adoptantes quieran tener niños más para satisfacer su necesidad de ser padres que para apoyar a estos niños y que puedan tener una familia.
SRN