Propietarios de albercas, nadadores aficionados y personas que requieren rehabilitación se manifestaron afuera de Casa Jalisco para exigir al gobernador que permita a este giro operar durante los próximos días. Argumentaron que el covid-19 no se transmite a través del agua, además de que el líquido de las piscinas está clorado.
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“La organización Mundial de la Salud en su página web manifiesta que el covid-19 no se transmite a través del agua ni cuando se nada. Es una actividad segura. Lamentablemente la imagen de las actividades deportivas se ha venido abajo porque se piensa que es donde más se propaga el virus de covid-19 y no es así”, expuso Marco Antonio Salcedo, presidente de la Comisión Nacional de Actividad Física y Salud en el Medio Acuático, en AMEXCO.
El riesgo de quebrar es latente para los dueños de albercas, quienes señalan que es injusto que sectores como el suyo, que brindan salud y bienestar, no puedan operar a la par de otros que sí lo hacen.
“Los lugares donde se compra ropa, las actividades barriales como poner uñas y eso, están trabajando, y nosotros que aportamos salud y ayudamos a ellos, estamos cerrados. Entonces definitivamente necesitamos abrir, si no es estos días, que nos reconsidere mesa de salud, porque de verdad necesitamos trabajar”, mencionó Boris Casillas, propietario de una piscina privada.
El cierre de estos establecimientos también afecta a personas como María, quien requiere rehabilitación y no puede recibirla en instituciones públicas porque los hospitales se han enfocado en atender a los pacientes con coronavirus.
“Yo estoy recientemente operada del tendón de aquiles en el ISSSTE y no hay rehabilitación ahí en el ISSSTE, me dijeron que tenía que ser por fuera. Entonces el traumatólogo me dijo que tomara clases de natación. Estábamos en clases de natación pero nos cierran”.
De acuerdo a datos del gremio, 10 por ciento de las albercas han cerrado sus puertas en el transcurso de la pandemia.
JMH