A causa de una negligencia médica, María Elena vive con dolor todos los días desde hace dos años.
Siente dolor al caminar, agacharse, ir al baño e incluso cuando está acostada.
Su sufrimiento comenzó hace cuatro años, cuando fue operada de la apéndice en la clínica 110 del IMSS.
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“Primero me operaron de la apéndice y a todas las personas que operaron ese día, regresamos con el estómago abierto porque agarramos un virus, dicen ellos, después duré dos meses internada sin poderme bajar de la cama”, dijo María Elena Ramírez Pérez.
María Elena desconoce el tipo de virus que causó la herida en su abdomen luego del procedimiento quirúrgico pero señaló que ya no pudo llevar una vida normal porque el mínimo esfuerzo le generaba dolor.
Meses después le detectaron una hernia y fue operada otra vez en la clínica 110 pero la operación lejos de aliviar su dolor solo lo empeoró porque a los pocos días se percataron que durante la cirugía el médico había olvidado unas pinzas en el cuerpo de María Elena.
Así que tuvieron que abrir su abdomen por tercera ocasión para sacar las pinzas, pero al hacerlo dañaron la malla que habían colocado cuando la operaron de la hernia.
“Me volvieron a abrir pero ya no me cerraron porque el cirujano corto la malla y la malla lo que hizo fue encoger y la malla está pegada en las tripas”, comentó María Elena.
La malla ha comprometido su intestino delgado y grueso, además ha generado una herida que se hace cada vez más grande y sangra sin parar con el mínimo esfuerzo o movimiento brusco.
A pesar de la herida, la mujer de 52 años trabajaba en una fábrica de zapatos pero a principios de año fue despedida. En el transcurso de estos meses el dolor se ha agudizado por lo que permanece postrada en su cama o sillón, y con el riesgo de lastimarse, se levanta para ir al baño o comer.
María Elena está casada, tiene tres hijos de 26, 30 y 31 años pero pasa sus días sola porque su familia trabaja todo el día para subsistir y poder comprar los medicamentos que ella requiere. La única persona a la que puede recurrir durante el día es su vecina, quien ha visto de cerca su tortura.
“Pues he visto que batalla y sufre mucho, se la pasa día a día llorando sin querer comer, a veces su esposo no puede comprar las medicinas o medicinas o come”, manifestó Marisela Rodríguez, vecina de María Elena.
Un par de cirugías separan a María Elena de una vida sin dolor pero necesita 20 mil pesos para comprar una malla quirúrgica y medicamento.
Si usted desea donar para apoyarla, puede hacerlo a la siguiente cuenta bancaria 4169 1603 5507 4056 Bancoppel, a nombre de Marisela Rodríguez
JMH