La Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Jalisco (Coprisjal) investiga la intoxicación por alcohol adulterado que dejó un saldo de nueve fallecidos y diez hospitalizados. De las personas que perdieron la vida, cinco son originarias del municipio de Tamazula de Gordiano y cuatro de Mazamitla.
- Te recomendamos Coronavirus Jalisco. Reportan menos denuncias por violencia a mujeres Violencia de Género
Dos de los pacientes internos en nosocomios fueron traslados en ambulancias aéreas al Hospital General de Occidente y al Hospital Civil de Guadalajara; siete se encuentran en el Hospital Comunitario de Tamazula y uno en el Hospital Regional de Ciudad Guzmán.
De acuerdo con familiares de los fallecidos, el alcohol fue comprado en el establecimiento ubicado en la finca marcada con el número 742-A de la carretera Jiquilpan-Manzanillo, el cual fue clausurado por la Coprisjal. El Ayuntamiento de Tamazula de Gordiano ordenó el retiro de ese alcohol de los comercios y establos.
“En todos los lugares donde se venden pajaretes también se retiró todo el alcohol para que la Coprisjal haga el estudio de laboratorio de lo que corresponde a las botellas que les hicimos llegar del alcohol que consumieron los familiares de las personas que fallecieron, los familiares nos dieron ese producto”, declaró a MILENIO JALISCO el presidente municipal, Francisco Javier Álvarez Chávez, quien informó que las víctimas eran vecinos de las delegaciones de Contla y La Garita.
Los directores de la Región Sanitaria No.5 y del Hospital Comunitario informaron al alcalde de lo que ocurría. “En el transcurso del viernes a domingo habían tenido el fallecimiento de cuatro personas por consumo de alcohol adulterado”, precisó al Álvarez Chávez, quien confirmó el resto de los fallecimientos.
Según María Madrigal, una empleada del establecimiento sancionado, el alcohol era comprado a granel y solo envasaban. “Deben de ver y analizar de dónde viene ese alcohol, porque él aquí lo envasó, tiene su etiqueta, por eso lo señalan a él, pero imagínate si en otro lado esas pipas ven-dieron otro alcohol, porque cada quien tiene su etiqueta individual. Ahorita es porque está la de él, pero esas pipas repartieron alcohol en otras partes”, explicó.
Uno de los expendedores, Salvador Ramos, señaló que el alcohol es muy solicitado por los habitantes y automovilistas. “Yo lo estaba dando en 25 y 30 pesos, hasta lo regalaba para el gel (antibacterial) y eso, pero el alcohol que yo distribuía era etiqueta verde”, dijo.
La barrica costaba 520 pesos, pero debido a la emergencia sanitaria, el precio se disparó a mil 50 pesos.
En tanto, la Coprisjal confirmó que acudió al punto de venta donde detectaron que “el producto está elaborado con fines de sanitización y que la etiqueta en los envases advierte claramente que no es para su consumo ingerido”. Sin embargo, la dependencia ya realizó la toma de muestras.
SRN