Jesús Alfonso Juárez Palazuelos es un joven de 25 años de edad que se irá a Estados Unidos a estudiar a la universidad top 1 del mundo, el Massachusetts Institute of Technology o MIT como se le conoce, en donde cursará la maestría en “Business Analytics” o Inteligencia Artificial.
Nació el 6 de febrero de 1996 en Pachuca de Soto, proveniente de una familia tradicional y unida que siempre le inculcó los estudios.
Desde pequeño tenía la facilidad de comprender las ciencias exactas, lo que más adelante lo llevaría a ganar en 2018 la Séptima Olimpiada Estatal de Química, y en el 2019 obtuvo la medalla de oro en la Vigésima Tercera Olimpiada Nacional de Química que se llevó a cabo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Desde secundaria descubrí que se me facilitaban las materias de ciencias: física, química, biología y matemáticas; siguió esa tendencia en la preparatoria, así que al momento de elegir la carrera yo sabía que tenía que tener una relación con ciencias exactas”.
“Así que estaba entre la licenciatura en física o Ingeniería química; finalmente me incliné por la Ingeniería Química ya que el doctor Adalberto Noyola en aquel momento Director del Instituto de Ingeniería y que era amigo de mi papá que trabajaba en la UNAM, me comentó que Ingeniería Química era la más completa; sumado a que siempre me gustó la parte de aplicación y además ya tenía un camino recorrido con la Olimpiada de Química”.
Jesús menciona que las matemáticas le ayudaron a entender la ingeniería, la química, la inteligencia artificial y a comprender los algoritmos.
“Un algoritmo lo podemos encontrar en el gasto de gasolina por tipo de vehículo y kilómetros recorridos, otros ejemplos más tangibles son Netflix o Youtube con su sistema de recomendación, Google y las redes sociales con su publicidad, el traductor de Google y el sistema de detección de caras de Facebook”, explica, en relación a cómo encontrar relación de la ciencia con nuestra vida cotidiana.
Jesús, durante su carrera en la UNAM, decidió estudiar y trabajar, así que tuvo oportunidad como becario de colaborar en Seguros Monterrey, trabajo que le ayudó a involucrarse con la transformación y tecnología en análisis de datos.
Motivando así al ingeniero a estudiar en el extranjero y prepararse para lograrlo durante la pandemia.
Para ello tuvo que enfrentarse a desafíos como el covid-19 que repercutió en la becas de posgrados en el extranjero, ya que el gobierno federal por la pandemia decidió cancelar los apoyos a las maestrías que no estuvieran relacionadas a salud. No obstante Jesús, no se detuvo y consiguió la beca de Líderes en Desarrollo Santander- FUNED.
También señaló los altibajos que ha tenido los gobernantes en llevar sus políticas públicas en la pandemia y el desatinado error de ayudar a los jóvenes que no estudian ni trabajan, mientras jóvenes que desean sobresalir en sus diferentes ámbitos profesionales se ven limitados con becas.
“La fuga de cerebro que se van del país, no es que se quieran ir, es que no encuentran apoyo”.
A pesar de la situación Jesús está entusiasmado por la oportunidad de ir a estudiar al extranjero y relata que esto se asemeja con el fútbol: “a mí me gusta mucho el fútbol y yo siempre lo comparó, es como si estuviera en el Real Madrid y estás jugando en un equipo de México y te llaman para invitarte a jugar, esa idea de irte a jugar al mejor equipo del mundo, dónde hay personas iguales a ti o mejores que tú y no sabes que pasará porque ya no estás en la misma cancha y sino en una mejor”.
Estudiar en el Massachusetts Institute of Technology, no es solo un paso aún futuro mejor para Jesús sino el encontrarse en las aulas con los académicos que están evolucionando el mundo, aquellos que se encuentran en los libros de textos, personajes que están haciendo historia.
“En México se enseña la ciencia pura, mientras en Estados Unidos utilizan la ciencia aplicada que es lo que a mí me gusta”, dice Jesús.
En toda su carrera Jesús ha sido un alumno excepcional sin embargo recalca “ el diez para mí o la excelencia académica de lo cual todos hablan, no es mi objetivo, mi objetivo es aprender, tratar de dar lo mejor de mí”.
Como un chico sobresaliente también ha comprendido que no todos irán a su ritmo “Si tú te pones a pensar en los demás en lo que no saben hacer, te verás frustrado y nunca conseguirás la felicidad, hay que tener empatía y trabajar colectivamente ya que las victorias saben mejor en equipo que individual”.
Por último remata: “nunca suelten su sueño, no saben si lo puedan lograr por más lejano que parezca”.