Desde los 12 años supe que quería ser sacerdote: Sarabia Gómez

Josué Sarabia Gómez, recibió su nombramiento como diácono de la Arquidiócesis de Toluca.

“Me motivó el testimonio de un sacerdote amigo".
Toluca /

Gracias al apoyo de su familia y su comunidad, así como a la guía de otros sacerdotes y amigos, el pasado 29 de septiembre, Josué Sarabia Gómez, recibió su nombramiento como diácono de la Arquidiócesis de Toluca, la segunda de las órdenes mayores que otorga la Iglesia y que tiene entre sus funciones anunciar el Evangelio, bautizar, asistir al sacerdote en el altar, distribuir la comunión y dar testimonio cristiano ayudando a los más pobres.

“Mi vocación surgió en el grupo de monaguillos, a la edad de 12 años, aproximadamente y después de esa inquietud de estar en el grupo, decidí ir al Seminario”, señaló.

Los inicios

Fue desde los 12 años de edad, cuando aún era monaguillo, cuando Josué descubrió su vocación, cuando supo que su amor por Dios era su camino y su propósito de vida.

Una vez que estuvo un poco más seguro de este paso, se lo comunicó a sus familiares, quienes lo apoyaron desde el primer momento, además de contar con la guía de un amigo sacerdote.

“Me motivó el testimonio de un sacerdote amigo que quiero mucho, que lo respeto mucho, él fue el principal soporte que me motivó, que me empujó, con su vida, con su testimonio, fue principalmente el testimonio sacerdotal”.

Un nuevo camino

Sostuvo que esta primera inquietud le abrió un nuevo camino en su vida, pues después de platicarlo con su familia, juntos acudieron al Seminario Diocesano de Toluca, donde inició sus estudios, primero en el preseminario, combinando esta vocación con su formación en la educación media superior, afuera del Seminario.

Al terminar la preparatoria, añadió, ingresó al Seminario, donde realizó dos años propedéuticos, para después cursar la licenciatura en Filosofía, con una duración de tres años, a los que se sumaron cuatro años para cursar Teología y un año de servicio, el cual realizó en el propio Seminario Diocesano de Toluca.

“Ya después ingreso al seminario, donde fueron 10 años de formación, fueron años muy hermosos de la formación donde conocí muchas personas, muchos lugares y este regalo que Dios hace a la Iglesia es gracias a la oración”.

Indicó que este proceso sólo es la formación inicial, para posteriormente retomar la formación permanente.

Fueron 10 años de formación, aquí en nuestro Seminario Diocesano de Toluca, en los cuales me sentí muy contento, porque me albergó esta casa, conocí a muchas personas, muchas experiencias, me siento agradecido también con mi Alma Mater.

Son prácticamente los estudios filosóficos y teológicos; la formación de divide en cinco dimensiones: la dimensión humana, espiritual, intelectual, pastoral”, puntualizó.

Es un modo de vida

Originario de la comunidad de Cieneguillas, del municipio de Almoloya de Juárez, Josué señaló que el cristianismo o el catolicismo es un modo de vivir, que no sólo se refleja en un sentido personal, también en toda una comunidad, pues el encuentro con Dios mueve y renueva.

Me siento alegre, me siento muy contento y también quiero invitar a los jóvenes que tienen o sienten esta vocación a que conozcan el Seminario y se acerquen”.

Planes a futuro

Consciente de que este camino es permanente, señaló que su propósito es el continuar con su formación y así poder dar lo mejor de su fe y vocación, para el bien del pueblo.

Espero continuar sirviéndole al Señor, sirviendo a su pueblo, entregándome al pueblo y encomendándome a San Lorenzo, el santo patrono de los Diáconos, en este momento de mi vida lo más importante es servirle al Señor”.

KVS

  • Monserrat Mata
  • monserrat.mata@milenio.com
  • Reportera en MILENIO Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.

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