Thelma Villegas es una joven apasionada por las causas sociales y ambientales, lo que la ha impulsado a la tarea de sensibilizar a la sociedad de las problemáticas que a menudo pasan desapercibidas en la vida cotidiana.
Sin embargo, en diciembre de 2022, Thelma inició una batalla que impactó en su vida y de quienes la rodean. Empezó a sentir malestares, bajar de peso, tener sudoraciones nocturnas y fatiga.
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Esos síntomas inicialmente parecían ser a causa de una neumonía o covid, pero al hacerle diversos estudios médicos le encontraron un tumor canceroso de 14 centímetros en el mediastino, en etapa avanzada. Era linfoma no-Hodgkin en su etapa más avanzada.
¿Qué es linfoma no-Hodgkin?
El linfoma no-Hodgkin (LNH) es un grupo de cánceres en los glóbulos blancos llamados linfocitos. Los linfocitos protegen el organismo contra infecciones y enfermedades.
De acuerdo con el INEGI, el linfoma no-Hodgkin ocupa un seis por ciento en la tasa de muerte en los hombres entre 15 a 29 años y un tres por ciento en las mujeres de la misma edad.
Si bien, el LNH puede presentarse en personas de cualquier edad, son más frecuentes en los varones y se incrementan con la edad, sobre todo a partir de los 50 años. En niños y jóvenes son más raros y agresivos que en los adultos.
“Hay cuatro etapas en el linfoma no-Hodgkin. Yo me encontraba en la etapa más avanzada y lo que teníamos que hacer era actuar lo más rápido posible, por ello, apenas me dieron de alta y en dos semanas tuve que iniciar una quimioterapia agresiva, lo cual constaba de seis ciclos y en total fueron 38 dosis de quimioterapia las que se me colocaron, después 20 sesiones de radioterapia y entré en remisión. ¿Qué quiere decir eso? Que ya no había señales o evidencia de cáncer”, detalló Thelma.
“Hay cuatro etapas en el linfoma no-Hodgkin. Yo me encontraba en la etapa más avanzada y lo que teníamos que hacer era actuar lo más rápido posible, por ello, apenas me dieron de alta y en dos semanas tuve que iniciar una quimioterapia agresiva, lo cual constaba de seis ciclos y en total fueron 38 dosis de quimioterapia las que se me colocaron, después 20 sesiones de radioterapia y entré en remisión. ¿Qué quiere decir eso? Que ya no había señales o evidencia de cáncer”, detalló Thelma.
Sin embargo, en febrero de 2024 tuvo una recaída, con células cancerígenas no sólo en el mediastino sino también en el cuello y detrás de un pulmón.
“Mis médicos me comentaban que una recaída siempre está ahí como latente, no se descarta, y por eso lo importante de seguir haciéndome y haciéndonos todos estos estudios. Cuando me hicieron el último estudio, yo estaba con la tranquilidad de que todo estaba en orden, pero ¿qué pasa? Que semanas después empecé con los mismos síntomas que en aquella ocasión; y fue eso lo que nos llevó a internarme y verificar qué estaba pasando. Lamentablemente volvieron a encontrar células cancerígenas y no solamente en el mediastino, sino ya también en el cuello y detrás de un pulmón”
Agregó que escuchar la palabra cáncer siempre se asocia con la muerte y no siempre es así.
“Yo tengo mucha esperanza, tengo mucha fe, soy una persona que cree mucho en Dios”, manifestó Thelma.
Tras la recaída, la recomendación médica es un trasplante autólogo de médula ósea, que tiene un costo de 1 a 1.2 millones de pesos. Al no tener un seguro amplio, inició una recaudación de fondos para juntar el dinero. El tiempo es fundamental debido a que sus tumores crecen muy rápido.
“Hay varios tipos de trasplantes. El mío es autólogo, eso significa que mis propias células las van a retirar de mi cuerpo, las células buenas, las células madre, y me van a meter altas dosis de quimioterapia para posteriormente, después de unos días, volver a colocar la médula ósea y esperar que ya todo funcione con normalidad”, subrayó.
Si usted desea apoyar a Thelma a enfrentar su mal, puede acceder a su cuenta de Instagram llamada Floreciendo_tv, para enterarse del caso, y /o depositar a su cuenta de BBVA, 4152 3142 8245 5586, a nombre de Thelma Zulema Villegas Carrillo.
mrg