Regina acudió al médico y lo que comenzó como una gripa, terminó en un diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda. La adolescente de 13 años de edad es residente del Estado de México y su sueño es sortear su enfermedad para convertirse en abogada.
La historia de esta joven cambió luego de que el 3 de octubre de 2023 recibiera el diagnóstico. De acuerdo con su madre, Viridiana Alvarado, la llevó al hospital Nicolás San Juan, en Toluca, en donde manifestó síntomas similares a los de una gripe, pero ahí los encargados de la salud dijeron que “lo hacía por llamar la atención”.
Continuó con la visita de nosocomios en el área metropolitana, en donde le señalaron que su sintomatología estaría relacionada con un cuadro de laringitis, pero no fue hasta que una doctora la recibió desmayada, revisó y pidió una biometría hemática que fue diagnosticada con leucemia.
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“La sentó y cuando la vio le dijo a los doctores que le tomaran una biometría. Pasaron como dos horas y Regina estaba peor, Camilla estaba llorando, estaba muy asustada, muy preocupada y entonces la doctora me mandó llamar y me dijo que Regina tenía leucemia y que nos teníamos que ir a un hospital de tercer nivel porque ahí no podían hacer nada por ella, que iba muy mal”.
A sus 13 años ya enfrenta batallas de gigantes
Regina Galván Alvarado cumplió 13 años el 6 de febrero y desde que recibió este diagnóstico no acude a clases, ya que sería imposible atender sus tratamientos y a la vez mantener el ritmo académico en este primer año de secundaria.
“Ahorita no, pero puede que en unos cinco meses regrese ya a la escuela. Primero por mi enfermedad del cáncer, porque como es estar yendo al hospital y cosas así, no iba a poder estar el tiempo que se necesita en la secundaria”.
Su objetivo es recuperar el año escolar, pasar tiempo con sus amigos y combatir su enfermedad.
“Amigas que luego me escriben, me preguntan cómo estoy, que cómo me siento, cómo voy con mi tratamiento y cosas así; no las he visto porque, pues la mayoría del tiempo estamos en Ciudad de México, pero luego si le digo mamá: ‘Oye, las quiero ver’ y cosas así”.
Debe de recibir un estimado de 120 quimioterapias y a su criterio, esta pequeña valiente asegura que conforme avanzan cada vez es más llevadera la situación, por lo que invitó a potros niños que también tiene su enfermedad a que sean fuertes y sus familias, a que den el apoyo que necesitan.
“Que sean fuertes, que no se rindan, que no tengan miedo (….) Depende mucho de las personas que nos rodean porque por ejemplo, yo, mi mamá y mi hermana siempre hacen lo posible por verme feliz, entonces, pues ya no me deprimo y cosas así”.
Para ella la enfermedad es pasajera y tiene como objetivo estudiar derecho para ayudar a la gente una vez que se gradúe.
“Me gustaría ser abogada. Se me hace interesante y creo que es bueno pelear por lo correcto, pienso eso y defender a las personas, también ayudarlas”.
Empresario apoya de corazón; se necesitan aún más manos
La vida de esta joven cambió porque a los 10 días de recibir su diagnóstico perdió a su padre biológico, posteriormente dejó de ir a la escuela y comenzó a pasar semanas completas en el hospital, por lo que su madre, manicurista de oficio, tuvo que cancelar todas sus citas y el hijo de una de sus clientas decidió tomar cartas sobre el asunto.
“Lo que hice fue hablarles a todas mis clientas para avisarles, pues no iba a poder trabajar porque Regi estaba en el hospital y que estábamos viendo la situación porque estaba muy delicada, que estaba en terapia intensiva, que no me daban esperanzas y pues hace dos meses recibí un mensaje de texto que me decía. ‘Soy Jorge, soy hijo de tu clienta, y yo quiero ser parte del proceso, quiero ayudarlas, quiero estar con ustedes y quiero ayudar a Regina en lo que yo pueda”, indicó Viridiana.
Jorge Antonio Trujano Ramírez, empresario del municipio de Metepec y fundador de Apapachar-t, relató que conoció a la pequeña y a su familia porque su madre era clienta del salón de belleza y al escuchar su historia no dudó en apoyarlas.
“Mi mamá era clienta de Viri, que es la mamá de Regina, un día llegó a casa a desayunar y veo a mi mamá preocupada, pues la vi como alterada la vi nerviosa y le pregunté que porque estaba así y me platicó de la situación de Regina”.
Por el cariño que tiene su mamá, fue que decidió apoyarles con la renta de una vivienda, gastos hospitalarios y con un espacio en el que pueda continuar con su negocio de manicura.
“Perdieron su casa perdieron el local en donde estaba y donde ella podía hacer el tema de las uñas y demás y el tema de belleza, entonces, pues prácticamente busqué un lugar en conjunto con ellas”.
A pesar de que cuenta con las manos de Jorge para ayudarse, lo cierto es que la ayuda no es suficiente.Viridiana puede recibir a sus clientes a través de su página de Instagram
Por otra parte, la fundación Apapachar-T recibe fondos para poder apoyar en el tratamiento de Regina y de otras persona a través de este enlace.
RM