Niño venezolano huyó con su familia a México ante la crisis que se vive en su país y a tan solo un año de residir en la zona sur de Tamaulipas, ha logrado obtener el segundo lugar de la LIII edición del Concurso de Oratoria 2023 “Sentimiento Juarista” en la etapa zona que se efectuó en Ciudad Madero.
Fue bien recibido en la Escuela Secundaria Número 4 “Lázaro Cardenas”, logrando no solo incorporarse al sistema de educación pública de México y de Tamaulipas, sino también lograr resaltar en una disciplina que no existe en Venezuela.
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Se trata de Esteban Enrique Matos Añez quien a sus 13 años, ha hecho buenos amigos y ha encontrado maestros, tutores que han visto potencial en él y lo han ayudado a desarrollarlo, sin importar que provenga de una familia migrante.
“Esto es completamente nuevo para mí, decidí participar porque no tenía conocimiento que quería probar una experiencia nueva, al final de todo he logrado más de lo que imaginé, un segundo lugar, todos mis maestros y compañeros me han mostrado su aprecio”, dijo el pequeño venezolano.
“¡Arriba Venezuela!”, gritaron maestros durante la premiación que se llevó a cabo en el Salón de las Artes” del Centro de Convenciones en Ciudad Madero.
Al ser cuestionado sobre qué le parece su estancia en la zona sur de Tamaulipas, el niño Esteban Enrique resaltó que “Es un lugar muy hermoso, es un buen lugar para estar, no hay mucho crimen”, esa es la percepción que tiene de la zona a su corta edad.
Fue su mentor, el profesor Hervey Torres de la secundaria 4 ubicada en Ciudad Madero, quien vio el potencial en el pequeño migrante, su facilidad de palabra y sus ganas de aprender, además de llevar una calificación impecable, por lo que decidió seleccionarlo para participar.
Su tema de oratoria fue “Benito Juárez Visionario de un México Nuevo”, así que también ha tenido que aprender más sobre la historia de México, algo que también le ha llamado mucho la atención.
Por su parte Osbelin Regina Añez Gullo, madre del pequeño, reconoció que como todos venezolanos, decidieron salir del país por la crisis que se vive, dónde no alcanza ni siquiera para comer con el salario mínimo de cinco dólares al mes y la comida es muy cara.
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Su esposo, afortunadamente encontró trabajo en México, específicamente en una empresa de Tuxpan, Veracruz, por lo que optaron por salirse y ahora la idea es quedarse definitivamente en Tamaulipas y por supuesto obtener la nacionalización.
Apuntó que desde el primer momento han sido bien recibidos en Tampico y Ciudad Madero, la mejor de las atenciones para ella y sus dos hijos. En ningún momento se le cerraron las puertas de la escuela y ahora está más que feliz por sus primeros logros en tan corto tiempo.
Reconoció que la imagen de Tamaulipas en otros países está por los suelos, al punto que le dijeron que por qué había decidido quedarse en “Mataulipas”, sin embargo, asegura que es gente que no conocer la realidad, su gente.
SJHN