En México cada 11 de noviembre se festeja el Día del Soltero, condición social y emocional que en los últimos años ha crecido, pues las personas jóvenes prefieren alcanzar la estabilidad económica antes que caer en la presión social que se ejerce contra ellos.
Resultado de las condiciones económicas y sociales, hoy en día las personas jóvenes no están considerando formar una familia o tener hijos a temprana edad, dándose el tiempo y espacio necesario en la soltería, ya que priorizan la estabilidad económica y el posicionamiento social.
Para la psicóloga Gabriela Mendo, antes las condiciones eran distintas, primero buscaban pareja, tenían hijos, incluso sin una planificación familiar, lo que socialmente sufrió un cambio drástico.
“Hay veces en que sí hay mucha presión social y se le debe hacer un espacio, porque sí llega a afectarlos y se casan con una persona que no es la que desean o tienen hijos en el momento que no desean, solamente por la presión social, esto solo va a repercutir en la vida de ellos”, indica.
Manifiesta que se debe tener mucho cuidado con la presión social, tanto el no ejercerla como en no dejarnos llevar. Por ello la psicóloga dice que la edad apropiada para tener hijos o pareja es aquella en la que te sientas seguro de querer iniciar una relación.
Destaca que es en las mujeres en las que más se refleja esta presión social respecto a tener hijos, mientras que en los hombres, es saber cuándo saldrán de casa y tendrán familia.
“La mayoría de los varones no quieren tener un compromiso cuando no se sienten seguros de ser un proveedor, aunque los tiempos han cambiado y tanto mujer como varón lo son; pero es el hombre el que se siente más con ese compromiso de que debe sacar adelante a la familia”, indica la especialista en orientación familiar.
En el caso de aquellos que ya se encuentran casados, siempre habrá diferencias o errores que deberán estar superando poco a poco y que siempre exista un objetivo como pareja, ya que de perderse esta meta, es difícil continuar.
“Uno de los factores que debe estar presente en la familias, es que sus miembros se construyan de manera individual y social, tanto por parte del esposo, la esposa, los hijos; no solamente son parte de una familia sino que también son integrantes de una sociedad”, expresa Gabriela Mendo.
Cuando no existen estos objetivos, deja en claro que lo más pertinente sería la separación, porque ya no encuentran algo que quieran hacer en matrimonio o en pareja, por lo que se debe dialogar sobre los cambios que van a tener ahora como solteros, priorizando el diálogo y los acuerdos para no caer en conflictos.
Sin embargo, cuando se tiene hijos, no solamente es la soltería, es la disposición de tiempos, del espacio, la economía y ya no eres una solo una persona en libertad, sino que ahora tienes el compromiso de los hijos, lo que en ocasiones se convierte en un conflicto con la otra pareja si no tiene el entendimiento de empatía o si no está viviendo la misma situación.
Gabriela Mendo manifiesta que no está mal vivir en la soltería, o que vivir otro tipo de relaciones está equivocada, aquí lo que realmente vale la pena es que te sientas feliz.
“Si estás en un matrimonio se viven altas y bajas, pero debes ser feliz y con la idea de ir construyendo, de caerte pero levantarte, y que te dé gusto que otra vez se levantaron y que van avanzado de manera individual y en pareja”, señala.
Pero si se está en la soltería también es válido vivirlo con alegría y muy constructivo porque la persona se está dando tiempo para sí misma por lo que estar soltero no es malo, también tiene su parte buena, hablamos de que sea una etapa digna.
“No hay que ver a la soltería como algo equivocado, esos pensamientos no son constructivos, no nos están ayudando”.