Las joyerías eran uno de los sectores del comercio organizado que más se beneficiaban de la derrama económica con motivo del Día del Amor y la Amistad, pero ahora sus ventas son escasas pues los enamorados cada vez menos regalan oro.
La inseguridad fue la primera causa que trajo un descenso en la compra de alhajas, principalmente las relacionadas con el oro, y ahora en medio de la emergencia sanitaria por el covid-19, de plano cayó un 90%.
Eduardo Hernández Cabrera, empresario dedicado al ramo, aseguró que las parejas poco a poco han ido dejando de regalar esta clase de accesorios, y si es que lo hacen, optan por el acero o la chapa de oro, dejando al último lo de plata.
El consejero de la Asociación Regional de Comerciantes e Industriales Mexicanos (Arcim), manifestó que las ventas ya no son como antes pues la prioridad ahora es economizar.
Señaló que hasta los niveles socio económicamente altos, se han limitado en la compra de joyas, optando por dar regalos menos costosos, de tal manera que “nuestras ventas han caído 90% en los últimos dos años”.
Atribuye las bajas ventas a que las personas, en mayor o menor medida se han visto impactadas por el alcance de la pandemia, que ha implicado gastos en la atención a enfermos, hospitalización, tratamientos, pruebas covid y la compra permanente de gel antibacterial y cubrebocas.
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Y es que la salud ahora es una prioridad, la ciudadanía está muy gastada en la adquisición de estos insumos y la atención médica cuando se ha contraído el virus.
Otro factor que incide es que muchos empresarios se han visto en la necesidad de cerrar temporal o definitivamente sus negocios, pues no se pudieron recuperar de las restricciones.
Hay también mucha gente que se ha quedado sin empleo. Hernández Cabrera agregó que en dos años se ha venido limitando mucho la vida social, para tratar de frenar la cadena de contagios de coronavirus, situación que también influye en las bajas ventas de joyería.
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“No hay fiestas, no hay salidas, entonces las personas evitan ese tipo de gastos; en el 2021 a finales de año aumentó un poco, pero al día de hoy hay bajas ventas, que se mantienen desde enero que comenzó a sentirse la famosa ‘cuesta’, por eso solo esperamos un aumento del 15% a 20% en San Valentín”, dijo.
Insistió que antes, esposos, novios, pretendientes y amigos buscaban la manera de no dejar pasar el día, ahorraban y eso les permitía comprar joyería para su ser querido, o participar en los intercambios de regalos.
“La gente nos dice que está muy gastada para hacer buenos regalos; antes a la dama le regalaban una pulsera, collar y aretes, pero ahora se van sobre un regalo más económico que viene siendo el acero y la chapa de oro, ya después va la plata”.
SJHN