El día en que el Papa Juan Pablo II visitó Guadalajara

El mundo católico celebra el centenario del nacimiento del Papa en 1920, y en Jalisco, los tapatíos recuerdan con cariño ese inolvidable 30 de enero de 1979 cuando pisó por primera vez la tierra del tequila.

El itinerario del Papa lo llevó al atrio de la basílica de Zapopan donde ofreció una misa. (Especial)
Martha Calvillo
Guadalajara /

El catolicismo celebra el centenario del nacimiento en 1920, de Karol Wojtyla, mejor conocido como Juan Pablo II, y reconocido como el Papa peregrino, debido a sus constantes viajes y andanzas por todo el mundo.

Entre sus múltiples viajes hubo uno que marcó a los tapatíos, corría el año de 1979, en específico el 30 de enero cuando el Papa tocó por primera vez la tierra del tequila, el mariachi y el folklor, y para hacerle honor, el en aeropuerto Miguel Hidalgo fue recibido al ritmo del jarabe tapatío y un grupo de ballet folclórico haciendo gala de la tradición y cultura de Jalisco.

En ese entonces, el cardenal José Salazar López fue el encargado de la bienvenida quien junto a una comitiva eclesiástica local custodiaron las actividades del pontífice en Guadalajara y en donde miles de católicos no solo de Jalisco lo acompañaron con fe y devoción.

La primera parada fue una visita al templo de Santa Cecilia, (patrona de los músicos) para llegar hasta el viajó en helicóptero, a su llegada, miles de músicos le ofrecieron un particular concierto, lleno de emoción.

El evento principal del pontífice en la Perla Tapatía ocurrió en el Estadio Jalisco, el cual estaba atiborrado con más de 90 mil personas, sin contar las miles que se encontraban afuera del recinto, azoteas y alrededores viendo este evento sin precedentes.

“Fue la vez que ha estado más lleno el estadio, más que ningún partido de fútbol o pelea o evento lo que haya pasado, el apretujamiento era impresionante, estaba llenísimo yo creo superaba por mucho su capacidad, no había ni dónde poner un pie”, recordó por su parte Francisco de la Peña quien acudió junto a sus amigos desde horas antes.
“Nunca llegábamos nosotros temprano a un partido y esa vez esperamos como 2 o 3 horas llegamos desde mucho antes y antes así no estaba el palco lo único que creo que es la única vez en mi vida que llegar tan temprano a un evento”, detalló.

El Papa sobrevoló por el estadio a bordo de un helicóptero, hecho que emocionó de sobremanera a sus fieles, más aún cuando por fin entró al lugar y ahora en el papamóvil dio una vuelta olímpica, bajó saludó a los presentes.

“Cuando entró en el papamóvil por el túnel, hubo un gran silencio, un respeto y se sentía mucha emoción, había familias enteras y había un lloradero, la gente lloraba y se sentía la emoción en uno mismo, sentíamos un nudo en la garganta y eso que nada más entro, dio una vuelta olímpica nos bendijo, habló un poquito en el micrófono por el sonido local y se retiró”.

Durante su charla en perfecto español, Juan Pablo II envió un mensaje a sus fieles, y habló sobre los derechos de los obreros, de las injusticias y de las ideologías de violencia que hay en el mundo, se despidió en medio de gritos y aplausos no sin antes recordar y agradecer que la gran mayoría de la población mexicana es católica.

“Estaba con los amigos, nosotros somos futboleros pero también somos muy católicos, fuimos porque el señor nos atrajo, siempre tuvo un carisma muy grande. Estaba muy nervioso se pone uno nervioso solo estar viendo y te sientes como en otro mundo, fue muy bonito fue como una paz espiritual, se sentía muy impresionante el asunto”, recordó Francisco con emoción.

Tras este evento, el Papa bajó de su helicóptero en un terreno, frente a la ex penal de Oblatos para saludar, a la distancia, a los presos para posteriormente sostener un encuentro con las religiosas de clausura en la Catedral, ahora a bordo del papamóvil y fuertemente custodiado ya que en las calles los católicos se arremolinaban para verlo, aunque sea de lejos.

Margarita Gómez de entonces 12 años no esperaba que Juan Pablo II pasara tan cerca de ella, y aunque fue una casualidad, es ahora uno de los recuerdos que atesora en su memoria.

“Estaba en la secundaria y aparte trabajaba en un lugar donde vendían agua de chilacayota por la calle Javier Mina y por ahí pasó en su papamóvil destapado y toda la gente venía, un gential venía detrás de él corriendo y yo me fui entre la gente hasta la Catedral ahí se metió el papa y por la puerta trasera de queda la Plaza de Armas saludó y nos dio la bendición a todos los que estábamos ahí”, recordó.

Asimismo, asegura que la sencillez y alegría del ahora santo hace que lo recuerde con emoción y agradecimiento de haber estado cerca.

“Lo recuerdo con mucho cariño, como si fuera mi papá o un abuelito, no sabía que cumpliría 100 años, pero ese día sentí mucha alegría porque era una personalidad muy cercana a Dios y muchísima gente estaba allí reunida”.

El itinerario del Papa lo llevó al atrio de la basílica de Zapopan donde ofreció una misa y luego una reunión con seminaristas en el Seminario Mayor la colonia Chapalita.

Finalmente, después de 12 horas en Jalisco a bordo del papamóvil regresó al aeropuerto donde miles lo esperaban para despedirlo, dejando un sabor de boca inigualable en los fieles que, a 41 años de la visita, la siguen recordando con emoción y esperanza.

EL DATO

En 1990, el 8 de mayo, nuevamente Juan Pablo II llegó a Jalisco esta vez, sólo ofició una misa en el municipio de San Juan de los Lagos e inmediatamente regresó a la Ciudad de México.


MC

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