Si alguien tenía definido el camino profesional desde hace varios años era la consejera electoral Karina Vaquera Montoya, quien desde la Facultad de Derecho logró ser electa como consejera técnica y representar a casi 4 mil 500 universitarios.
Desde entonces su interés en lo público fue evidente. Con algunos amigos conformó un grupo de actividad denominado “Caricatura Universitaria” y se involucraron de lleno en vigilar que todo marchara correctamente; hoy todos aportan su granito de arena para cambiar las cosas poco a poco.
Abogada de profesión, académica por convicción y puma de corazón. Así se resumen sus grandes pasiones en la vida, el estar frente a un grupo y dar clases, el tratar de despertar en los demás el interés por participar en la actividad pública.
Su vida ha estado rodeada de libros desde que iba de “shopping” a las librerías a buscar primeras ediciones o música para compaginar la lectura que llevaba a cabo, también con sus grandes colecciones de suplementos culturales o de revistas de Letras Libres.
Lo único que la consigue sacar de este mundo y sumergirse en uno más profundo es la natación y su gusto por armar enormes rompecabezas con imágenes de grandes pinturas. De esto y más platica con MILENIO Estado de México, quien hoy vive en Naucalpan y forma parte de una familia compuesta por tres hermanos, de los cuales es la a mayor; su padre es ingeniero civil y su madre profesora, directora escolar por casi 40 años en una primaria.
Para ti qué es la academia
Es algo muy importante en mi vida personal y profesional, desde que estudié la licenciatura de Derecho en la Facultad; quiero decirte que soy completamente puma. En 1997 ingresé al glorioso CCH y después con el pase reglamentario la primera opción fue Derecho, la segunda: Ciencias Políticas. Y desde que entré y hasta ahora formo parte de la UNAM porque ahí estudié la Licenciatura, la Maestría y después comencé a dar clases en el sistema de universidad a distancia.
Para mí dar clase significa mucho, es una forma de contribuir a la sociedad, siempre me interesaron los temas que tienen que ver con la política y la sociedad. Mi enfoque fue hacia el derecho electoral, también daba la materia de contratos y fui litigante.
Para mí dar clases es algo que me enorgullece, es una vocación de servicio, doy clase y me emociono, pueden pasarse las dos horas y sigo hablando y ellos también van en la misma línea, no me gustan las clases de dictado y de flojera, me gusta que sean participativos, que debatamos. Inicié a los 27 años con clases en línea y mixtas. Llevo 12 años dando clases y he logrado que varios de mis alumnos participen en los procesos electorales; algunos se han involucrado en la política, en diferentes partidos.
¿Te pones la camiseta de los Pumas?
Me pongo la camiseta al 100 por ciento de puma con la academia. Llegué a ir al estadio, es un momento muy emocionante con todas las personas que están ahí, la porra, todo, sí soy puma, no soy fan de los partidos, pero sí he ido como todo buen puma para apoyar al equipo, pero donde tengo la camiseta mejor puesta es en la academia, cumpliendo cabalmente.
¿A qué te dedicas en tu tiempo libre?
Me gusta poder cultivarme, mis lecturas, los libros, las novelas, la música, eso ha sido a partir de entrar a la universidad. Me gusta mucho el francés, estudié seis años, el inglés no me gusta, hay una novela que me gusta mucho de Marcel Proust “Por el Camino de Swann”, que son siete tomos muy largos.
De autores mexicanos me gusta mucho Fernando del Paso “Noticias del Imperio”, Enrique Serna “El seductor de la patria”, Salvador Novo “La estatua de sal” un libro muy padre, muy delgadito, me acuerdo que era azul, lo compré en una librería del viejo, venía hasta forrado.
También me gusta la poesía, Octavio Paz tenía poesía, algunos poemas que escribió cuando estuvo en la India, algunos muy bonitos de José Carlos Becerra, chiapaneco, “El otoño recorre las islas”. Me daba mucho por compaginar la música con lo que leía, me di a la tarea de buscar música de la época del imperio. Ahora la lectura es más formal, cosas de abogados.
Me gusta nadar, armar rompecabezas y jugar rummikub. Me gusta armar los grandes que tienen que ver con las pinturas, de hecho si tuviera mucho dinero compraría una pintura, tengo varios que no he armado porque ahora no he tenido tiempo.
Nadar lo disfruto mucho, cuando nado me desconecto del mundo entero y eso no lo he podido hacer ahora en la pandemia; en general disfruto mucho de respirar, ver el cielo, lo verde, la naturaleza, es algo invaluable, conocer costumbres nuevas, viajar.
¿Colecciones?
Ya no, ya tiene muchos años que lo deje de hacer, coleccionaba los suplementos culturales de los diarios.
¿Qué te disgusta?
La neta lo primero que me viene a la mente es la desigualdad en términos de cualquier rango, no sólo social, por ejemplo que vayas a un lugar y que la gente intente meterse a la fila, eso me choca, que no se respete, no solo por regla jurídica, sino por ética, o que alguien quiera gozar de beneficios, o que por llevarte bien con un alumno te pida que no le pongas falta, tampoco me gustan los dobles discursos.
A veces se nos olvida que sí podemos cambiar, que no todo está dicho y es algo que siempre me gusta compartir: sí se puede cambiar, sí se puede mejorar.
KVS