Katya Echazarreta impulsa a la infancia a creer en sus sueños y llegar al espacio

“No sean realistas, no lo sean, porque eso es lo que se necesita, se necesita saber, sentir que claro que sí es uno en un millón, pero yo voy a ser ese uno en un millón”, dijo la ingeniera mexicana.

Katya Echazarreta tuvo una charla en Talent Land con el secretario Juan Carlos Flores (Cortesía)
Salvador Romero
Guadalajara /

La ingeniera eléctrica y hoy primera mexicana en volar al espacio Katya Echazarreta va por más y luego de su experiencia el 4 de junio en la misión New Shepard de la empresa Blue Origin está decidida a crear las condiciones para que más mexicanos lleguen a lo más alto, compartió en el escenario de Recrea Land de la quinta edición de Talent Land en Guadalajara.


“Quiero ayudar a que los mexicanos puedan seguir teniendo esta experiencia, la realidad es que después del doctor (Rodolfo) Neri Vela pasaron más de treinta años antes de que me seleccionaran a mí y me molesta, yo no quiero que pasen otros treinta años antes de que otro mexicano vaya al espacio”, dijo ante familias y varios menores de edad que llegaron emocionados al foro.

Compartió que el espacio fue para ella siempre una forma de conexión con su familia en México, aunque dejó su natal Guadalajara desde muy pequeña su abuelita le comentaba sobre la luna, relató durante una charla con el secretario de Educación de Jalisco, Juan Carlos Flores.

Sobre su viaje al espacio, recordó que llegó a la misión gracias a una convocatoria la organización Space for Humanity con el objetivo de analizar el efecto de perspectiva en las personas que viajan al espacio. "Sí te cambia, no es algo que puedas decir de manera obvia (...) Es difícil y por eso lo estamos analizando", señaló.

Katya describe su viaje al espacio y su cambio de perspectiva

Mientras más se sumaban a escuchar las palabras de la tapatía, dijo que su viaje le trajo un cambio en su carácter y que tras esta experiencia dijo entre risas que ya no era enojona.

Dijo que en el espacio pudo ver la Tierra, sin embargo las estrellas no son perceptibles, además de que sintió mucho calor. “Cuando ves a la tierra por primera vez yo me acuerdo que fue algo tan emocional y tan fuerte y cuando y ves estos videos pude sentir eso otra vez, me quedo sin palabras".

Estar en gravedad cero y con solo la nave como referencia la hizo sentirse de cabeza y por 10 segundos trató de ubicarse si estaba arriba o abajo. "No sabes lo que está pasando, lo que estás sintiendo, son emociones tan nuevas".

La misión duró alrededor de hora y media y dijo que el regreso tuvo su complejidad y recordó que el efecto de las fuerzas G en su cuerpo y cómo apenas pudo moverse al entrar de nuevo a la atmósfera. Aunque el aterrizaje se vio aparatoso, señala que fue menos el impacto que sintió a lo que se veía en la transmisión de aquel día.

Katya rememoró su paso por la escuela y cómo su hambre de conocimiento la fue encaminando hacía la física y luego a la ingeniería eléctrica, carrera que la llevó a una estancia en la NASA.

Dijo que su mamá siempre estuvo a su lado apoyándola y que pese a que muchas personas cercanas le decían que su sueño de llegar al espacio era imposible, ella creyó en sí misma y también su mamá no la dejó sola.

No sean realistas, no lo sean, porque eso es lo que se necesita, se necesita saber, sentir que claro que sí es uno en un millón, pero yo voy a ser ese uno en un millón”, dijo.

SRN

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