Los primeros boletos de la Cineteca Mexiquense quedaron en manos de dos monjas como augurio de lo diverso que sería el público que visita este recinto; un año después, más de 30 mil personas aportaron a consolidar este espacio como un ente cultural que ofrece una alternativa al mercado cinematográfico comercial, afirmó el director del espacio, Noé Soto, quien invitó a toda la población a asistir hasta el próximo jueves a las festividades de su primer aniversario que se conmemora el 24 de agosto.
“Solo estamos contabilizando los que compraron un boleto, pensemos en todos los que asisten a conocer el edificio, los que nos acompañan en eventos y proyecciones gratuitas, los de las excursiones de escuelas”.
Las instalaciones, dijo, han sido pisadas por estudiantes de cine y arte, amas de casa e incluso familias completas provenientes de Toluca, Zinacantepec, Almoloya, Ixtapan de la Sal, Santiago Tianguistenco o Naucalpan, quienes han mantenido una concurrencia constate, ya sean al ocupar apenas un par de asientos o con la sala principal llena.
En este sentido, reconoció que la Cineteca nace como respuesta a una demanda de la propia sociedad por tener este tipo de infraestructura.
“Sabíamos que había una necesidad, que existía a quien le gustaba esto, pero aún hay mucho por hacer, principalmente por los que ni siquiera saben que existe, los hábitos culturales de la ciudad se tienen que construir”.
Ofrecen contenidos artísticos con precios accesibles, sin embargo, detalló que los costos de mantenimiento son altos, tan solo el derecho de licencia de exhibición requiere entre 1 y 3 millón de pesos anuales, sin contar pago de nómina, servicios, mantenimiento del edificio, del equipo, salas, por mencionar algunos rubros.
“Tenemos un subsidio gubernamental que permite que los boletos no suban; nos tocó hacer toda una labor administrativa y jurídica para que se designara un presupuesto, fue toda una experiencia porque aprendes lo que implica formar un proyecto cultural de esta magnitud, principalmente porque significa un gasto para fines inmateriales”.
Con cerca de 18 proyecciones semanales, explicó que armar el programa es una tarea que requiere mucha atención, ya que cada título que promocionan tiene un por qué.
“Trabajamos de la mano con la Cineteca Nacional, pero no del todo porque su audiencia no es la misma que la nuestra; además se deben considerar diversos factores que cambian según la zona”.
Compartió que entre los ciclos que mayor aceptación han tenido se encuentra el que estuvo dedicado a Stanley Kubrick o la 65 muestra de la Cineteca Nacional.
“El Tour de Cine Francés es el ciclo de cine de autor con más recaudación en las salas comerciales, también Roma y las películas de mexicanas son muy bien recibidas, es muy amplio”.
La producción mexiquense también es parte de la agenda, en este sentido aseveró que han sido sede de festivales como el Tlanchana Fest, el Festival Quetzal, además de abrir sus puertas a creaciones académicas.
“La gente de la universidad empezó a hacer sus muestras cada fin de semestre y eso vale mucho la pena”.
Por estas y muchas otras razones Noé Soto reiteró su invitación a las diversas actividades con las que contarán como proyecciones de películas, mesas de diálogo, conversatorios, talleres, conferencias y exposiciones.
“Es importante la coherencia entre lo que decimos y hacemos, no podemos basarnos en discursos rebuscados sobre política cultural o creación de públicos cuando en la realidad hiciéramos otras cosas, por eso buscamos la forma de que más gente se interese y descubra todo lo que hacemos aquí”.
SGCF