Gerardo Pérez se gana la vida vendiendo nopales a bordo de su bicicleta, pese a que perdió la movilidad de sus piernas, luego de sufrir un accidente, pedalea con las manos la unidad y lleva a domicilio el producto.
Dijo que para llevar el sustento a su hija de 12 años, con el apoyo de un amigo habilitó la bicicleta para alcanzar a moverla con las manos, durante su andar diario se topa con obstáculos difíciles de vencer por su discapacidad, tener que librar banquetas con postes, invadidas de comercios, rampas mal estructuradas y demás situaciones de riesgo.
“Las personas con discapacidad nos enfrentamos a todo tipo de obstáculos, desde la negativa de los ciudadanos para darnos un empujoncito, hasta la falta de accesos habilitados para que podamos seguir nuestro camino, nadie entiende y comprende la discapacidad hasta que la padece, es entonces cuando queremos que el apoyo se brinde”, detalló.
El señor, Gerardo sufrió una caída de 3 metros, cuando realizaba su trabajo en un camión tráiler, al intentar poner una lona cayó sentado, se quebró en 2 partes la médula espinal, quedando parapléjico, hoy se dedica a la venta de nopales.
“Mi vida cambió radicalmente, me convertí en un discapacitado en unos minutos, mientras cumplía con mi trabajo, un falla en el momento de poner una lona al camión, me tumbó, me dejó tirado y sin volver a caminar, asimilarlo no fue fácil, pero por mi hija y mi esposa decidí luchar y aprendí a mover esta bicicleta”, dijo.
Todos los días sale de su casa, con diez o 15 bolsitas de nopales, que vende en 10 pesos, hasta la puerta de su hogar, su discapacidad es motivo para seguir en pie de lucha.
ELGH