Hace 40 años, Ángel Gómez recorría las calles de Pachuca disfrazado de Santa, lo que provocaba euforia en los niños pachuqueños que salían de sus casas para convivir con él y tomarse la foto que hacía su esposa Bertha Contreras.
Actualmente, sus cinco hijos y nietos son los que realizan la labor, pero ahora instalados en la Plaza Independencia, donde se ubican tres escenarios navideños con la producción colorida, brillante e indispensable para tomarse la foto del recuerdo.
"Mis papás iniciaron esta tradición en Pachuca hace 40 años. Recorrían las calles y formaron la Unión de Fotógrafos del Estado de Hidalgo, y se fueron agregando hasta que se dieron cuenta de los que se hacía en la Alameda, en Ciudad de México y pusieron el primer escenario fijo en Pachuca".
"Desde ese entonces, la gente puede venir a tomar la foto y ahora cada uno de los hermanos tiene un puesto escenario para poder darle variedad a la gente y que tengan su foto de recuerdo", expresó Octavio Gómez Contreras.
Además de ser una entrada extra para este fin de año, aseguran tener muchas anécdotas que contar, como la de Horus, un niño con discapacidad visual que viene a sentir las barbas de Santa cada año.
"Siempre recibo mucho afecto de los niños, sobre todo hay uno de esos pequeños, llamado Horus, que sus papás lo traen año con año".
"Cuando lo cargo o abrazo le gusta tocar mis barbas, ni cabello y me abraza fuerte, mientras me pregunta que si soy real a lo que digo que sí. Es una gran satisfacción", explica Jesús Ricardo Andrade Gómez, quien le da vida a Santa en esta temporada.
Pero no todo es color de rosa, porque como parte de este negocio, cada año actualizan los escenarios para hacerlos más coloridos y llamativos para la foto.
"Invertimos entre 10 a 20 mil pesos para ir cambiando la escenografía. Por ejemplo, acabamos de comprar esos renos que aparentan estar volando y nos salieron en 18 mil pesos, pero con eso ya luce diferente".
"Así también pusimos las casitas del fondo para que luzca diferente la foto a la de hace un año", explica Juana Luisa Gómez Contreras.
Y así llega el primer cliente. Santa peina sus barbas, los duendes sonríen y ¡clic!, la foto está lista.
"Tenemos de diferentes precios, la pequeña de 50, mediana de 70 y la grande de 100. Hemos hecho un esfuerzo por no subir nuestros precios desde hace 10 años", expresa Octavio.
Del otro lado, Santa recibe el abrazo de un niño que posa sonriente para la foto, mientras una pequeña saluda con su mano a Santa desde lejos.
Octavio platica que ahora dependen de que la presidencia Municipal les dé el lugar y sólo están permitido 5 puestos en la zona, motivo por el cual "algunos comerciantes se quejan, pero el municipio no quiere a más personas aquí, por lo que le agrademos el apoyo", dice, mientras otra familia de tres integrantes, se acomoda para la foto.
Jesús Ricardo, quien da vida a Santa, espera ver este año a Horus, y asegura que, a pesar de cargar por más de ocho horas la botarga de Santa que pesa 50 kilos, aproximadamente, le gusta su trabajo que de más joven "trabajaba para comprar mis videojuegos, pero las cosas han cambiado, porque pronto voy a ser papá y tengo que trabajarle más para proveer a mi familia de lo necesario y ahorrar para su nacimiento, a quien espero algún día crearle la ilusión de que Santa existe", concluyó sonriente el joven Papa Noel.