Marijo ahora ahora será un ángel que cuidará desde el cielo a su familia.
El viacrucis que inició el pasado 1 de noviembre para la familia Rivas Gómez, hoy llegó a su fin con la despedida de María José, que apenas hace un mes cumplía su primer año de vida y hoy ya descansa junto a su madre Alejandra.
Sus abuelos, María Cristina y Dagoberto, le dieron el adiós junto a familiares y seres queridos que las recordarán como una luz en sus vidas.
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Alejandra había viajado junto a su hija al estado de Colima para reunirse con el padre de la menor, quien ya tenía todo planeado para atrozmente quitarles la vida.
Mariano N, no solo le arrebató la vida a Alejandra y Marijo, también dejó una herida y un dolor imborrable para la familia y toda la comunidad de Tlajomulco, que hoy clama justicia.
"Hoy nosotros no alzamos la voz por venganza, pedimos a Dios y a nuestras autoridades justicia", dijo un sacerdote.
La bebé fue despedida en la Parroquia San Antonio de Padua, donde también se le dio el último adiós a Alejandra el pasado lunes; cerca del hogar donde ambas vivían con sus padres y otros hermanos.
Los restos de la menor quedaron dentro de un cajón color blanco, que fue colocado junto al de su mamá, en el Panteón Peña Amarillas, también en Tlajomulco.
En casa quedaron sus peluches favoritos, un elefante y una vaca, junto a la fotografía de Alejandra con María José en su vientre y la del día del bautizo de la niña, tan solo semanas atrás.
A decir de su madre, a Alejandra le gustaba tomar fotos; hoy esas serán las memorias con las que la familia podrá mantener vivo el recuerdo de ambas.
JMH