El Lago de Chapala es uno de los principales proveedores de agua para los habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), en donde, además, habitan 18 diferentes especies de animales, amenazadas por la invasión inmobiliaria y particular.
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La presidenta de la asociación civil Amigos del Lago de Chapala, Alicia Córdoba, explica que las estructuras impiden su proceso natural de depuración: “una parte de su depuración, de su limpieza, es por movimiento, y al toparse con concreto implica algo, normalmente teníamos en esta zona humedales donde habitaban aves, peces, estos humedales han sido destruidos, y se han ido reemplazando por concreto”.
Agregó que las construcciones también han significado un impacto social, pues se restringe el paso en zonas que eran un acceso público, “los ribereños solíamos usar toda esta parte de la playa o de zonas federales como áreas recreativas, cuando tenemos un buen temporal, lo más que podemos acercarnos en una bocacalle, no podemos ingresar”.
Se estima que de los 25 kilómetros del Lago que corresponden al municipio de Chapala, 19 kilómetros registran invasión de particulares que planean construir sobre el vaso lacustre en zona federal protegida, ante esto, la sociedad ha tenido que tomar cartas en el asunto, por ejemplo, quitar muros y presentar las denuncias correspondientes.
“Hemos hecho algunas proyectas en la Conagua (Comisión Nacional del Agua), hemos metido denuncias específicas por algunas invasiones, pero sí necesitamos que vincular esas acciones con el gobierno municipal, con diferentes grupos, porque para la ciudadanía, para los pobladores, es un riesgo, no nos toca hacer esto, hay una autoridad, y esa es la Conagua”, manifestó Córdoba.
La lucha de los habitantes prevalece desde 2005, sin embargo, existen más de cinco mil concesiones federales que solapan diversas irregularidades, como extender terrenos particulares dentro del Lago; habitantes han construido viviendas en lugares no permitidos sin que el Gobierno Federal intervenga, por lo que dejan a las autoridades municipales la responsabilidad del cuidado del Lago.
El alcalde Alejandro Aguirre Curiel precisó que donde hay más problema es desde la cabecera hasta los límites con Jocotepec, “hemos recuperado espacios como en Rivera del Pilar y San Antonio; en San Antonio, muy cerca del malecón, donde empezaban a construir muros, donde son áreas públicas, cerrando el acceso a parte del malecón”.
Ciudadanos, en conjunto con el gobierno municipal de Chapala, se han visto en la necesidad de derribar algunas invasiones instaladas en una zona protegida, que particulares pretenden adueñarse de forma irregular para edificar, cerrando el acceso público, recuperando algunos puntos como Riberas del Pilar y un espacio natural en la comunidad de San Antonio.
“Lo que se pretende es que las personas, los visitantes, tengan acceso directo a las playas, y que los particulares respeten las áreas públicas, porque estamos llegando al punto en donde las personas no pueden acceder a la playa, ni siquiera los pescadores, terminan cerrando los accesos o arreglando con ellos para que desalojen los espacios que ellos utilizan para la pesca”, dijo Aguirre Curiel.
Por si fuera poco, la invasión y construcción de vivienda irregular también existe en el Cerro de Chapala, donde se estima que hay más de 40 hectáreas en las que se pretende construir sin licencia un fraccionamiento de tres etapas, sin embargo, hasta el momento, el gobierno municipal no ha logrado frenar su avance con clausuras.
Ante esta situación, empresarios inmobiliarios y particulares continúan afectando la calidad del agua y dañando la diversidad en la región, por lo que urge la intervención de autoridades estatales y federales.
MC