Año con año los más fieles devotos, tanto mexicanos como extranjeros, se disponen a celebrar uno de los acontecimientos más grandes de este país, por lo que llenos de fervor y alegría le rinden tributo en grande a la Morenita del Tepeyac, a 492 años de su aparición.
Para muchos laguneros, es un deleite participar en estas fiestas Guadalupanas, donde le brindan todo tipo de ofrendas hasta su altar, para agradecerle la intercesión ante su hijo Jesucristo.
Este 12 de diciembre una vez más el fervor estuvo a su máxima expresión, por lo que los fieles católicos arribaron a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, desde temprana hora hasta caída la tarde, para presenciar las celebraciones eucarísticas, y seguir ofreciéndole más ofrendas, pagar algunas mandas o simplemente, contemplarle y agradecerle tantos favores.
La actividad que los vendedores ambulantes arrancaron desde semanas atrás con el inicio de las peregrinaciones, este martes concluyeron de manera exitosa, ya que en las afueras del templo seguían con la venta no sólo de antojitos mexicanos, sino también de prendas de vestir, juguetes, imágenes, veladores y flores.
La primera celebración del martes fue oficiada a las 10:00 de la mañana, misma que presenciaron numerosos laicos, quienes emocionados entonaban los cantos a cargo del coro.
Una vez que finalizó esta misa, arribaban más devotos para rezarle a la Madre de Cristo, otros continuaba llevándole más ofrendas y signos de agradecimiento, como el caso de Alma Rosa Franco Pérez, quien avanzó hincada hasta el altar, para agradecerle a la Virgen haber atendido sus peticiones.
Antes de que el párroco René Pérez Díaz rociara de agua bendita a los niños presentes, así como a sus familiares, algunos chiquitines vestidos de danzantes, emocionados le brindaron algunos pasos a la Virgen de Guadalupe, como fue el caso del niño Angel Uriel, quien inmerso en su ternura e inocencia, bailaba frente a la enorme imagen de la Madre del Cielo, totalmente entregado.
La segunda celebración eucarística se llevó a cabo a las 12:00 horas, la tercera se efectuó a las 14:00 horas y la cuarta y última misa del día, se celebró a las 18:00 horas, todas en un horario de domingo ordinario.
De esta manera se vivió un año más esta emotiva fiesta Guadalupana, misma que gozaron con singular alegría los fieles devotos de la Virgen Morena, quienes entre cantos, risas, llantos conmovedores y por supuesto, gran amor y veneración, anhelan el año venidero gozar de buena salud, para seguirle rindiendo tributo.
cale