Asustada y poco preparada, por su situación económica y profesional, se sintió Laura, quien se enfrentó a un embarazo no deseado, lo que la llevó a tomar una de las decisiones más atemorizantes y difíciles de su vida: interrumpir su embarazo.
“Recuerdo que me enteré de mi condición, y pues me asusté, obviamente, y por supuesto que no deseaba eso en ese momento de mi vida; estaba estudiando, no estaba segura de cómo iba a afrontarlo, no tenía un buen empleo y no estaba preparada, o no me sentía preparada”, comparte en entrevista.
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Hace diez años de ese momento, cuando todavía no se despenalizaba el aborto en Jalisco. Debido a la ilegalidad del procedimiento, tuvo que buscar alternativas fuera del sistema de salud oficial, lo que suponía un riesgo para su vida.
Investigó opciones, consultó información en Internet y pidió cotización en una clínica que operaba de manera clandestinamente, donde el procedimiento resultaba incosteable para ella. Ante el panorama, Laura decidió hacerlo por su cuenta.
“Sabía que abortar no era legal; para esto investigué y me dieron datos de una clínica, pero también igual era pues ‘bajo el agua’, pero me lo cobraban en ese entonces como en cinco mil pesos más gastos de medicamente y eso; o sea, eso solo era el costo de la médica; pues obviamente no tenía los recursos y decidí hacerlo por mi cuenta”, recuerda.
Laura compró el medicamento que necesitaba de forma clandestina, siguiendo las indicaciones encontradas en línea.
“Me metí a una página que está a favor, entonces te metes a esa organización y te dice paso por paso, te dice qué hacer, qué no hacer; y bueno, decía qué medicamentos tomar, qué hacer en caso de emergencia; te decía qué cantidades comprar; leí toda la información, claro, lo hice sola”, dijo.
Acudió a la zona del Santuario en Guadalajara, conocido por la venta ilegal de medicamentos, y compró misoprostol.
“Me dijo cuántas unidades comprar, cada cuándo tomarlas; decía en la página que si te desangrabas o si te desmayabas o así, acudieras a urgencias y pues nada más que dijeras que tú no sabes nada, que no hay manera de comprobar lo que estaba pasando; o sea, no es comprobable, no pueden adivinar que lo hiciste, pues obviamente arriesgué mi salud, mi vida, ya no recuerdo más, como que lo bloqueé de mi mente”, señaló.
Tras seguir el procedimiento, Laura buscó atención médica y siguió indicaciones para un buen seguimiento. Aunque todo salió bien, reconoce el riesgo y el estrés emocional que conllevó la experiencia.
Despenalización del aborto en Jalisco, a medias
Diez años después, en Jalisco se aprobó la despenalización del aborto, un hecho que considera una gran ventaja, al derogar el delito del Código Penal estatal, y no criminalizar a las mujeres que deciden terminar con su embarazo; sin embargo, coincide que todavía queda pendiente que el acceso al procedimiento sea gratuito para todas.
“De nada sirve que ahora sea legal si se seguirá haciendo fuera del cobijo de las instituciones públicas; al final de cuentas tendrán el acceso solo las mujeres con recursos y las demás seguirán abortando con lo que tengan a su alcance”, finalizó.
MC