Una cifra mayor a los 200 millones de pesos han sido invertidos en los últimos 5 años para transformar los arroyos de la ciudad en parques lineales que al día de hoy lucen en abandono o vandalizados.
El parque líneal Sardaneta es una obra que tuvo un valor superior a los 194 millones de pesos que fue entregada por el entonces gobernador del estado Miguel Márquez el 20 de octubre del 2015., Este espacio de convivencia que mide 4.4 kilómetros se encuentra conectado con el Parque Metropolitano y al Zoológico y en el trayecto se observó que sus paredes están llenas de graffitis, y los equipos de ejercicio algunos ya no lucen en buen estado.
“Cuando es una colonia conflictiva, pues esto es lo que suele suceder, más que nada, no hay cuidados, no tenemos nada de cuidado en los parques y jardines. Todo esto está a merced de los vándalos”, explicó Antonio Jiménez, vecino de la zona.
Según cifras del Plan Maestro de Parques lineales, el municipio de León cuenta con 52, entre ellos se encuentra también El Ejido cuyo espacio fue inaugurado el 30 de enero del 2018, ahí fueron invertidos unos 34 millones de pesos.
“Por ejemplo los juegos ya no existen ya ninguno, toda la señalética ya la quitaron y el basurero todo lo que hay, pero pues ya se lo acabaron, nos quejamos mucho de que el gobierno hace las cosas, pero somos nosotros, la basura no viene”, dijo Alberto Carrión, profesionista.
El joven diariamente pasa por este espacio y asegura que no lo limpian. Este parque lineal está por la zona donde se construirá el nuevo estadio del Club León y esperan que pueda mejorar.
“No creo que a la gente que le va al León, le guste ver toda esta porquería, eso espero con el estadio que ya tenga una mejor imagen, tanto la colonia como el parque lineal que no se ha visto mejorar”, aseguró.
Antes a la temporada de lluvias, será la siguiente semana cuando el Sistema Integral de Aseo Público Municipal dé inicio al programa de limpieza de arroyos junto con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) para evitar que estos lleguen a desbordarse por la cantidad de basura en los lechos.