En León, empleados de puerto interior son convocados a 'renunciar'

Comunidad

Luego de firmar su renuncia voluntaria, a razón de despido por paro derivado de la contingencia, muchos de los hoy desempleados se sentaron a las afueras.

Empleados de puerto interior son convocados a renunciar.
Eduardo Padilla
León /

Trabajadores que hasta la semana pasada contaban con un empleo en alguna de las 120 empresas del Puerto Interior fueron convocados a las oficinas de las compañías de outsourcing para iniciar el proceso de despido.

Entre ellos se encuentra Alejandra, una joven de 24 años que fungía como obrera en la planta USUI, de origen japonesa y que se dedica a la fabricación de tubos de escape para vehículos y camionetas de las principales armadoras del país. 

A ella se le notificó vía WhatsApp desde el pasado lunes y de forma súbita que ya no se presentara a laborar a su turno habitual y que sólo devengaría los dos días que laboró en esa semana. Fue la única respuesta que obtuvo de sus jefes inmediatos. No recibieron más mensajes ni llamadas.

Fue hasta el miércoles por la tarde cuando se le notificó que se presentara en las oficinas de la empresa Addecco en donde se le presentó su renuncia voluntaria. Al carecer de los conocimientos legales en este tipo de procesos laborales, la firmaron.

Misma situación atravesaron el resto de los convocados, alrededor de 40, a las 11:00 de la mañana y otros tantos que serán convocados en el resto de la semana o hasta que las autoridades de salud lo permitan. 

En uno de los mensajes se lee como una persona a la que nombraron “Isak Adecco” informaba que únicamente se les pagaría el día lunes trabajado y el día de descanso, los demás no, todo lo anterior a indicaciones de la empresa japonesa y contratante de los servicios de la outsourcing.

MILENIO intentó obtener postura por parte de la empresa USUI, pero a pesar de la insistencia a los números referidos, no se obtuvo respuesta. Lo mismo con la empresa Adecco.

Lo que sí es un hecho, es que el traslado hasta allá corrió por cuenta de los empleados, ya no hay servicio de transporte de personal, tampoco del sistema Unebús, porque cancelaron las corridas desde la semana pasada.  

Los accesos al Puerto Interior son vigilados por personal policiaco y militar y la afluencia en la zona bajó considerablemente. Ya no se observa el movimiento habitual en los negocios del edificio G100; los restaurantes están vacíos, los bancos, las cafeterías, el hotel, todo apagado, sin vida.

Luego de firmar su renuncia voluntaria, a razón de despido por paro derivado de la contingencia por coronavirus, muchos de los hoy desempleados se sentaron a las afueras de la empresa que en su momento le permitió llevar un ingreso a sus casas.

Hoy, el panorama es incierto para todos ellos y la solidaridad laboral parece no existir en algunas empresas, al grado de convocar a sus ex empleados aún y en contingencia, a firmar sus despidos disfrazados de renuncias.

LAS MÁS VISTAS