Un niño de seis años de edad se metió un anillo a la boca y se lo tragó, hasta que este quedó atorado en uno de sus bronquios, generándole dificultad para respirar.
El menor fue atendido por personal quirúrgico del Hospital de Especialidades Pediátrico de León este miércoles por la mañana.
En la intervención participó un neumólogo pediatra con el Broncoscopio rígido de reciente adquisición de la Secretaría de Salud de Guanajuato, este es un dispositivo utilizado para observar el interior de las vías respiratorias y los pulmones.
La Secretaría de Salud de Guanajuato informa que el pequeño leonés se encuentra estable de salud y este mismo miércoles se va a su casa de alta.
Un broncoscopio rígido consta de un tubo de unos 60 centímetros de largo provisto de un sistema de iluminación que se introduce en el árbol bronquial a través de las fosas nasales o la boca.
Permite mediante un dispositivo óptico visualizar las distintas ramificaciones de los bronquios para comprobar si existen lesiones en los mismos.
Desde que se adquirió este aparato el Hospital Pediátrico de León ha realizado 4 procedimientos con el uso del Broncoscopio rígido para extraer dos cacahuates enteros y un fríjol.
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Además, se cuenta con un Broncoscopio flexible con el que ya se han retirado 97 objetos extraños.