El pasado miércoles le presentamos la historia de 'Paloma' una adolescente de 13 años que solicitaba un teléfono celular para continuar con sus estudios; tras presentar el caso, un ángel anónimo conoció su situación y sin pensarlo dos veces, decidió ayudar.
"Estoy muy feliz de que me hayan podido ayudar", dijo la menor.
El celular no venía sólo, pues en uno de los orificios de la caja, se asomaba una hoja que asemejaba ser una carta.
"Gracias al reportaje conocí tu historia, que cumplas tus sueños de ser doctora, nunca dejes de soñar. Ojalá algún día pueda conocerte, tú de doctora y yo de paciente. Dale muchas gracias a Dios y a tus ángeles", fueron las palabras que le dedicaron en una carta que leyó Paloma.
"Gracias por haberle traído su celular para que mande sus tareas y no se retrase, porque siempre lo tiene que andar pidiendo, para mandar la tarea. Hemos batallado", expresó la señora Patricia García, mamá de Paloma, mientras limpiaba sus lágrimas de felicidad al ver que la historia de su hija había hecho eco entre la población, con un final feliz.
Conseguir un dispositivo inteligente, sonaba lejano para quienes viven al día, lo poco que logran conseguir, proviene de la venta de cartón al exponerse entre residuos y en medio de la pandemia, razón por la cual se han visto obligados a tener que abandonar el confinamiento, de lo contrario se quedarían sin qué comer.
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Antes, con 20 pesos de los 50 pesos diarios que ganaba Paloma, eran destinados para una recarga telefónica, pero ahora, tampoco tendrá que batallar con eso, pues la persona que le obsequió su teléfono, además incluye un plan de datos ilimitados por un año.
"Muchas gracias, con ese dinero que me sobre, ahora se lo voy a dar a mi mamá para comer. Ojalá que sigan ayudando a más personas como yo, que necesitan sus teléfonos", agradeció.
Paloma nunca había tenido un teléfono, aspiraba poder recibir uno de regalo de cumpleaños para sus XV años, pero ante las carencias que deben superar, también veía inalcanzable contar con uno, pero ahora, el panorama le cambió, gracias a la persona que se sumó a querer ayudar sin ningún fin, más que impulsar la educación del futuro de México.