Venden sus pertenencias para sobrevivir la contingencia

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Gabriela, aprovecha que cerca de su casa se ubica un mercado, y saca un pequeño puesto donde vende objetos que pertenecían a su familia.

Venden sus pertenencias para sobrevivir la contingencia. Foto: Dany Béjar
Renata Quintanar
León /

La crisis por contingencia del covid-19 ha impactado la economía de los leoneses, dejando a algunos con la única alternativa de vender sus pertenencias buscando generar ganancias para sobrevivir a estos tiempos difíciles.

Gabriela Chagollán es una de ellas, quien todos los viernes aprovecha que cerca de su casa se ubica un mercado, y saca un pequeño puesto donde comercializa ropa, zapatos, películas, juguetes y lonas. Todos estos objetos fueron pertenencia de su familia.

“Cada vez que se pone la placita, sacamos los viernes lo que se venda y con eso intentamos llevarla en toda la semana. Ropa usada, zapatos, vestidos, blusas, lonas de un negocio que tenía mi papá, pues los quedaron lonas y luego viene la gente y nos compra lonas para taparse”, mencionó.

​En su casa son cinco personas las que ahora dependen de la venta de estos productos, ya que todos se dedicaban anteriormente a laborar en fábricas de calzado. Dicho sector ha tenido que detener sus labores desde hace un mes y medio, por lo que sus trabajadores no han recibido sueldo desde entonces.

“Pues quitaron el trabajo y no nos están pagando, está bien fea la situación ahorita y nimodo, uno tiene que vender lo que uno tiene. Mi papá ya no trabaja, aún no lo pensionan, lo descansaron, a mi esposo igual, a mi mamá, mi hermano y yo igual”, compartió para Milenio.

Los demás días de la semana se dedican a vender gelatinas y postres a través de redes sociales como Facebook, pues anteriormente tenían un negocio de mesas de dulces, sin embargo, ya no pueden dedicarse a ello porque las fiestas y reuniones están prohibidas por el momento.

Estos pedidos de postres los llevan a domicilio, y en ocasiones a las estaciones del Sistema Integral de Transporte. Afirmó que con ambos negocios logran mantenerse para comprar lo necesario durante la contingencia, sin embargo, siguen a la espera de que este trago amargo finalice pronto.

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