La Ley de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que entró en vigor el 13 de junio de este año, combate a todo tipo y forma de discriminación y violencia, especialmente contra las niñas, mujeres y personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad social.
En el Artículo 8 de la Ley de la máxima casa de estudios se establece que, a través de sus funciones de docencia, investigación, preservación, acrecentamiento y difusión del arte y la cultura, se promoverá la igualdad sustantiva entre las personas; la prevención y erradicación de todo tipo y modalidad de discriminación y violencia, especialmente las que se ejercen contra las niñas, las mujeres y personas en situación de vulnerabilidad; y la constitución de espacios universitarios libres de violencia.
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Con la reforma a la Ley de la BUAP que fue consultada con la comunidad universidad, aprobada por el Consejo Universitario y enviada al gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien la retomó y la pasó al Congreso del Estado donde fue avalada para su publicación en el Periódico Oficial del estado, se atienden las reformas al artículo 3° Constitucional, a la Ley General de Educación y a la expedición de la Ley General de Educación Superior (LGES) en 2021, en la que se reconoce al sistema de educación superior en un nuevo marco normativo que incluye la prevención y erradicación de discriminación.
La nueva Ley de la BUAP fue adicionada con los compromisos establecidos en la educación y los que aparecen en la Ley General de Educación Superior, mismas que se desarrollan a través de la tarea reglamentaria que realiza el Consejo Universitario, como son: la igualdad sustantiva entre personas; la prevención y erradicación de todo tipo y modalidad de discriminación y violencia, especialmente las que se ejercen contra las niñas y las mujeres, las personas en situación de vulnerabilidad social.
De acuerdo con los registros de la BUAP, en el año 2021, se registró que el 0.57 por ciento de la matrícula de nivel superior corresponde a personas con discapacidad, cuya minoría los hace enfrentar barreras físicas y sociales, derivadas del desconocimiento sobre sus derechos y necesidades.
En su momento, Lilia Cedillo Ramírez, rectora de la BUAP dio a conocer que la comunidad universitaria es muy diversa y en ella convergen diferentes maneras de pensar, ver y entender el mundo; dentro de la misma están incluidas las personas con discapacidad.
La rectora de la máxima casa de estudios externó su compromiso de impulsar programas incluyentes. “Es importante pensar en las necesidades de todas y todos los jóvenes que bajo diferentes condiciones tienen aspiraciones. Para mí será un privilegio poder contribuir a cambiar vidas”.
“Queremos ser y ver una universidad incluyente. Una universidad donde todos tengamos un espacio, donde todos nos sintamos considerados. Todos somos BUAP”, expresó.
Para visibilizar a la comunidad de personas sordas que estudian en la institución, en la BUAP se inauguró en octubre de 2022, la exposición “Todos somos BUAP”, en el andador del Complejo Cultural Universitario, una propuesta de María Guadalupe Conde Cuatzo, alumna del Colegio de Diseño Gráfico, de la Facultad de Arquitectura.
AAC