El tesoro de la ‘Gata Rusa’, una leyenda de Jalostotitlán

En esta ocasión te compartimos una leyenda originaria del municipio de Jalostotitlán.

Municipio de Jalostotilán, Jalisco (Google Maps)
Guadalajara /

Las historias de tesoros escondidos y las leyendas alrededor de misteriosos personajes detrás de estas riquezas ocultas son parte de nuestra tradición oral, el libro Historias, crónicas y leyendas de los Altos de Jalisco recoge varios de estos relatos.


En esta ocasión te compartimos la leyenda originaria del municipio de Jalostotitlán llamada El tesoro de la Gata Rusa, relatado por Gerardo Gallo Ramírez y Luis René Saldaña Ramírez


Leyenda El tesoro de la Gata Rusa | Jalostotitlán, Jalisco

A fines del Siglo XIX y principios del XX, asoló esta región alteña un bandido famoso por su audacia y temeridad para realizar robos y asaltos; bandido al que apodaban la “Gata Rusa”, el apodo tal vez hacía alusión a la agilidad para trepar o descolgarse y también por las siete vidas que tiene un gato. Lo de rusa se lo adjudicaremos a la gran imaginación popular.

Nos narra la tradición que era tan audaz, que tenía atemorizados a todos los ricos y hacendados de la región, y fueron tantos sus robos y asaltos, que logró acumular una cantidad fabulosa de oro en piezas de joyería y monedas. Tal vez la medida de su ambición no era la cantidad de riqueza, pues difícilmente podría haber fincas, tierras u objetos en que pudiera gastar sus grandes riquezas. No olvidemos que en aquellos años había escasez de casi todo, hasta de alimentos.

Leyenda de la gata rusa (Ramssés Galileo Ramírez Ramírez)


Pero dejemos las circunstancias y vayamos a la historia de este singular personaje. Resultaba tan temido, que hasta el Jefe Político se negaba a aprehenderlo, a pesar de las presiones de ricos y hacendados.

Incapaz de aprehenderlo, aquél Jefe Político comenzó a urdir una trampa para arrestarlo sin peligro de enfrentarse. Tras algunas investigaciones, la autoridad de Jalostotitlán logró descubrir que tenía un escondite en una cueva que existe junto al río de “La Laja”. Por lo que solicitó un contingente militar para sitiarlo cuando estuviera dormido. Pero precisamente un día antes de la noche que decidieron aprehenderlo, una mujer, de quien se rumoraba era amante del famoso ladrón, logró escabullirse del pueblo montada en un caballo, tirando además de una mula, para encontrarse con su amado y alertarlo del grave peligro que corría. A su encuentro, la mujer le entregó el caballo y la mula al bandido, para abrirse ella sola camino en el regreso a pie hasta el pueblo. Sin embargo, apenas había dado unos pasos cuando se escuchó el tropel de caballos del escuadrón de soldados que se aprestaban a cumplir con su cometido.

Presuroso la “Gata rusa” cargó sus fabulosos tesoros en el caballo y la mula para emprender la huida. Y tal vez hubiera logrado escabullirse si la fatalidad no hubiera estado de su lado, ya que la mujer, presionada por el escuadrón de soldados indicó a estos el camino que llevaba su amante.

Tras una difícil persecución lo tuvieron a tiro de fusil precisamente en lo que se conoce como “El Salto Verde” en el municipio de Jalostotitlán. Y comenzaron los disparos; el ladrón al sentirse atrapado, realidad o mito que la gente forjó, se dice que tiró fuertemente de las riendas a los nobles animales y los hizo saltar al charco profundo que tragó el tesoro y animales por el propio peso del rico cargamento.

Del bandido nunca más se escuchó. Se dice que el charco que forma “El Salto Verde” misteriosamente nunca se seca para guardar el tesoro y el misterio de la “Gata rusa”, y solo dejar salir la leyenda que como fruto delicioso nos entrega el tiempo.

​Fuente: Libro Historias, crónicas y leyendas de los Altos de Jalisco, disponible para descarga en este enlace.

SRN

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