Cuenta la leyenda que… Una de las tantas casas embrujadas que parecen acechar a los guanajuatenses se encuentra localizada en el municipio de Irapuato; la cual, por testimonio de un joven, fue la sede de varios hechos paranormales y posiblemente de magia negra.
Relata el joven que, cuando tenía tan sólo doce años, él y su familia viajaron desde el norte del país para mudarse al municipio de Irapuato, donde su padre les dio la posibilidad de vivir donde ellos quisieran.
Ellos eligieron una casa ubicada en la Avenida Guerrero, dentro del Fraccionamiento Gámez, la cual era grande y bonita, pero también muy oscura.
Cuando por fin se habían mudado, ellos y sus familiares comenzaron a experimentar y ser testigos de cosas extrañas, que iban desde empujones y pisadas que se escuchaban en la noche, hasta burbujeos inusuales en el agua de un garrafón.
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Sin embargo, esto era sólo el principio pues, años después, cuando se encontraban guardando sus cosas para abandonar esa casa, aquel joven y su hermano hallaron un libro de magia negra atado de manera extraña a una cuerda, el cual tenía una nota que decía: “no abra este libro por simple curiosidad”.
Debido a que ambos eran apenas unos niños, pudo más en ellos la intriga y, al abrir el libro, encontraron en su interior rituales macabros que ni siquiera pudieron terminar de leer. Aunque, a pesar de ello, decidieron conservarlo a escondidas.
Años más tarde, cuentan que ese libro provocó que una amiga de aquel joven se accidentara, y, si deseas saber qué pasó con aquella casa, luego de mudarse, los miembros de la familia descubrieron que no habían sido los únicos en sentir temor al acercarse a ese lugar.
Hasta el día de hoy ese lugar sigue en pie, y no se sabe a cuántos más ha vuelto a atemorizar.
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