La Bufa y el Pastor...cuenta la leyenda sobre una princesa encantada

Leyendas Guanajuato

Dicen que los espíritus de la montaña lo convirtieron en una roca.

Leyenda de la Bufa en Guanajuato
Stefany Martínez Yedra
Guanajuato /

Cuenta la leyenda que un día, un pastor llamado Lorenzo fue al monte con sus borregos como era de costumbre; esa tarde cuando regresaba a su casa el joven pastorsillo creyó escuchar un lamento proveniente de unas rocas por lo que se detuvo para escuchar con determinación, a su alrededor no se encontraba nadie, pues nunca se imaginó que en una roca se encontraría una princesa encantada, así que Lorenzo continúo con su camino.

Después de varias semanas Lorenzo regreso a ese mismo monte, había olvidado el suceso de la última vez; se acercaba la tarde y el pastor decidió que era la hora perfecta para regresar a casa. Cuando paso por el mimo lugar de la última vez Lorenzo recordó que en esa precisa zona había escuchado un lamento, por lo que se detuvo y nuevamente oyó decir a alguien: ¡Sálvame! Lorenzo intrigado, corrió hasta el sitio de donde provenía el lamento pero su búsqueda fue fallida.

A la mañana siguiente muy temprano, el hombre regreso al monte y el lamento seguía sonando por lo que no le quedo ninguna duda de que la roca que estaba frente a él le estaba hablando.

Lorenzo tomo la roca en sus manos y el peñasco le respondió: un mago me tiene prisionera en esta roca, necesito que me ayudes y me lleves hasta el centro de la capital solo así podré liberarme de este terrible encanto. Si tú me ayudas te daré como recompensa la ciudad encantada que está bajo este monte.

Sin pensarlo dos veces, Lorenzo tomo la roca y comenzó a bajar a su destino cuando el peñasco comenzó a transformarse en una linda muchacha, Lorenzo asustado de lo ocurrido casi la tiraba al piso.

-No Lorenzo no me puedes dejar tocar el piso, tienes que llevarme en tus brazos hasta el centro del pueblo y si escuchas alguna voz no mires hacia atrás.

De pronto el joven sintió que algo tocaba su espalda y sin querer giro su cuerpo hacia atrás, lo que hizo que la joven se convirtiera de nuevo en una roca.

Lorenzo tenía tanto miedo que regreso al monte y dejo la piedra de donde la había tomado, asustado y triste se sentó junto a la piedra y desde entonces nunca volvieron a saber de él.

Dicen que los espíritus de la montaña lo convirtieron en una roca enorme y desde entonces se puede contemplar una roca cerca de la otra, las rocas de la Bufa y el Pastor.


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