Desde hace más de 10 años, familias del municipio de Ixtlahuaca se dedican a la lombricultura, es decir, la cría de lombrices detritívoras y su tratamiento para la fabricación de fertilizantes orgánicos.
Una de las líderes de este proyecto es Domitila Sámano Magdaleno, originaria de la comunidad de San Lorenzo Toxico, pues desde hace varios años se dedica a la producción de composta o fertilizantes orgánicos, mediante el uso de lombrices.
“A través de la lombriz roja californiana, a base de una alimentación de desechos orgánicos, así como distintos tipos de estiércol, al comerse ese alimento, el desecho de la lombriz sale convertido en desecho orgánico”.
Los beneficios del uso de estas pequeñas especies son múltiples pues diversas asociaciones ecologistas han calificado a esta actividad como uno de los negocios más rentables de los próximos años, debido a que abonan a la regeneración de los químicos del suelo.
“Los beneficios del humus de lombriz es que recupera los suelos y asimismo los restaura, pues lleva miles de microorganismos que una vez que están depositados en el suelo empiezan a regenerarse. Los suelos están muy deteriorados con los abonos químicos, ésta es una buena alternativa para recuperar los suelos”.
Señaló que actualmente en esta comunidad existen más de 20 grupos dedicados a esta actividad, aunque el que ella representa es el pionero, pues ya alcanza una productividad de al menos 16 toneladas al año.
KVS