Loro Huasteco el más comercializado en el mercado negro en Tamaulipas

En Tamaulipas el loro de cabeza amarilla es el más comercializado al ser una ave que simpatiza con los humanos debido a su belleza, longevidad y sobre todo porque tiene la habilidad de repetir palabras; por ello las personas llegan a pagar hasta 10 m

Protegerán a loros, cotorras y guacamayas en Tamaulipas. (Cortesía)
Antonio Campos
Ciudad Madero /

Más de 15 mil aves son sustraídas de manera ilegal en Tamaulipas al año y es el loro huasteco o cabeza amarilla el más comercializado en el mercado negro debido a su peculiar característica de imitar la voz de las personas.

El robo de estos ejemplares de hermoso plumaje están considerados en peligro de extinción por lo que esta actividad ilícita atenta contra el patrimonio natural del estado, denuncian ambientalistas.

Es un negocio que deja grandes ganancias a los traficantes de aves, por eso no les importa que el 80% muere al momento de ser transportadas a otros estados como San Luis Potosí y Veracruz.

Loro resguardado

En estos estados los loros de cabeza amarilla son comercializados en 3 mil pesos siendo polluelos y 10 mil ya jóvenes. Pese a su alto precio la gente los compra como mascotas.

Se estima que el 65% de la población avícola en México está prisionera o forma parte de la decoración de hogares tras ser disecados, mientras que el 35% restante permanece en su hábitat natural luchando por continuar con su reproducción y no ser parte de este comercio ilegal que ha llegado a causarle la muerte a una gran cantidad de especies en la zona huasteca.

Aves aseguradas

Guillermo Ruiz Ramírez, presidente del Grupo de Conservadores de la Biodiversidad y Educadores Ambientales (Cobea), calcula que son objeto de tráfico más de quince mil aves al año en Tamaulipas y explica que al ser retiradas de sus nidos, son transportadas de forma inhumana, causándole la muerte a ocho de cada diez porque las llevan en pequeñas cajas donde terminan asfixiadas.

Aunque en menor medida otras especies de gran demanda son el loro tamaulipeco o de frente roja y el de cabeza blanca, así como la guacamaya verde.

Guillermo Ruiz destaca que es lamentable que continúe realizándose de manera impune la venta clandestina de pájaros porque causa un daño al ecosistema de Tamaulipas. Detalla que se produce un desequilibrio porque al haber menos población de aves se deja de hacer la función de control de otras especies como plagas de diferente tipo.

La gente paga hasta 4 mil pesos por un loro exótico.


“Se debe entender que esta actividad se tiene que frenar de manera rápida ya que no solo se priva de su libertad a las especies que surcan el cielo sino que además hacemos un grave daño al ecosistema pues son parte esencial para el control de algunos insectos que dañan los bosques”.

Las penas por este comercio ilegal de fauna silvestre, de acuerdo con el Código Penal Federal alcanzan hasta nueve años de cárcel y un máximo de tres mil días de salario mínimo se lee en el artículo 420 del citado marco legal.

Sin embargo, no inhibe a los traficantes que abiertamente llevan las aves mostrándolas en pequeñas jaulas mientras recorren colonias, rodantes, mercados, paradas de autobuses así como veterinarias de toda la región.


Amenazadas 22 especies de loros mexicanos

La atención y vigilancia contra el tráfico de animales en peligro de extinción corresponde a la Profepa y despliega operativos en lugares de acopio, transporte, distribución y centros de comercio ilegal.

Con apoyo de la Guardia Nacional y policías estatales han asegurado un gran número de especies y al no contar con un lugar adecuado para resguardarlas, son atendidas por grupos ambientalistas hasta su liberación final.

Aunque no proporcionan cifras, personal de Profepa sostiene que la vigilancia se mantiene así como la incautación de aves, ya que hay 150 especies en peligro de extinción en el país y representan un botín para quienes hacen negocio con ellas.

Amenazadas 22 especies de loros mexicanos

Entre estas hay 22 especies de loros que se encuentran protegidas por las leyes mexicanas, porque sus poblaciones han disminuido en las últimas tres décadas debido a su captura ilegal y a la destrucción de sus hábitat naturales.

Profepa explica que de febrero a mayo es el periodo de anidación de estas especies y de junio a diciembre la etapa de comercialización, siendo entonces cuando es frecuente ver en redes sociales publicaciones donde se ofrecen loros, aves cantoras y de ornato.

Pobladores ayudan en la conservación 

El tráfico de aves principalmente de las especies de loros que tienen su hábitat en el estado, es verdaderamente alarmante debido a que afectan al ecosistema, por lo que es urgente se haga algo al respecto, apunta Héctor Arturo Garza Torres.

El investigador del Instituto de Ecología Aplicada (IEA) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, señala que se han implementado por parte de la máxima casa de estudios varios proyectos que se realizan en la “Sierra de Tamaulipas”, en conjunto con pobladores de los ejidos El Sabinito, Felipe Ángeles, Subida de Palmas, Guadalupe Adame y El Nogalito, logrando preservar a numerosas especies de aves.

Señala que estas acciones se llevan a cabo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el apoyo de brigadas compuestas por personas de esas comunidades, en su mayoría mujeres, que han detectado grandes poblaciones de especies en peligro de extinción.

“En la región hay hasta 400 loros cabeza amarilla y eso es alentador porque se trata de una especie en peligro de extinción, son de las poblaciones más grandes que se han encontrado en el estado”.

Señala que en la sierra de Tamaulipas hay 215 especies de aves, de las cuales 52 son importantes para la conservación y 25 son protegidas, como es el caso del pavo real mexicano, el águila elegante, el águila blanquinegra, la guacamaya verde, el loro cabeza verde y el loro cabeza amarilla, este último de los más cotizados por los traficantes.

Agrega que la pérdida de estas especies causa un verdadero daño a la biodiversidad ya que juegan un rol importante dentro del ecosistema, por lo que miembros de las instituciones educativas se han dado a la tarea de brindar el conocimiento necesario a quienes viven en las localidades tamaulipecas para cambiar sus usos y costumbres.

Los resultados han sido alentadores ya que los pobladores han colaborado de manera entusiasta en proteger al medio ambiente y las aves que viven en sus zonas y evitar el saqueo de nidos.


Preservadores del ecosistema 

La conservación de la biodiversidad es fundamental para que se continúe preservando el ecosistema y más porque estas aves que han sido víctimas del tráfico llegan a ser los principales sembradores de árboles y plantas, al depositar las semillas en tierra fértil, afirma Tere Treviño Rizo, bióloga del sur de Tamaulipas.

La especialista señala que el retirarlos de su entorno natural ocasiona un severo daño al medio ambiente porque aumenta la proliferación de algunos animales o insectos nocivos para la zona, pero sobre todo porque se falta al respeto a la naturaleza y a seres como loros, pericos, guacamayas así como otras familias de pájaros.

“La simpatía y belleza de estas aves las ha llevado a ser explotadas en una magnitud mucho mayor, principalmente por resistencia, su longevidad y su capacidad para imitar el habla humana”.

La bióloga agrega que la flora y fauna de México es responsabilidad de todos y en el caso de los loros estos deben de ser cuidados por las autoridades ya que son vulnerables a ser capturados y traficados por personas que únicamente le importa obtener dinero fácil.

​LPR

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