En presencia de más de 600 mil personas provenientes de 58 países y de los 32 estados de la república, se celebró la Santa Cena de La Luz del Mundo en Guadalajara, dejando una derrama de 300 millones de dólares para el estado de Jalisco.
- Te recomendamos Pan y vino entre lágrimas y oraciones en La Luz del Mundo (Fotogalería) Comunidad
Las calles de las 14 hectáreas que comprenden lo que se conoce como la Hermosa Provincia, permanecieron repletas en todo momento por mujeres y hombres de todas las edades, atentos al mensaje que les era dirigido por uno de los pastores que con orgullo anunciaba, que nada ni nadie los detendría y que, a pesar de las adversidades, la Iglesia de la Luz del Mundo cada día tiene más adeptos.
Dentro de esta celebración, también se ordenaron 48 nuevos ministros, elegidos por el mismo Naasón Joaquín García desde prisión, por ser adeptos que han permanecido por más de 15 años dentro de esta religión y también por haberse ganado la confianza de su líder.
En punto de las 18:00 horas, los suministros con el pan y el vino se hicieron presentes en la santa sede. Los potentes coros se escuchaban mientras los encargados se preparaban para repartir entre los fieles 700 mil piezas de pan ácimo, que para su elaboración necesitó siete toneladas de harina y 2 mil 150 litros de aceite de olivo.
- Te recomendamos 40 mil se unen a La Luz del Mundo desde detención de Naasón Comunidad
Repartida por 3 mil 500 ministros religiosos, la ceremonia de la Santa Cena dio inicio, comenzando por las personas que permanecían más alejadas al recinto para continuar en dirección a este. De esa forma, en las tres sedes de La Luz del Mundo, circularon 403 charolas con pan, así como 257 jarras y mil 120 copas con vino, distribuidas en 40 estaciones.
La devoción era evidente, el momento más sublime para los miembros de esta iglesia, había llegado. Permanecieron por más tres horas, algunos de ellos bajo los rayos del sol, para poder ser partícipes de ese momento en el que al levantar sus rostros y observar a quien le ofrecía probar un pequeño trozo de pan, romper en llanto y entrar en un estado de trance, pues para ellos, este momento significa pureza, renovación y un contacto con Dios.
Actualmente, quienes pertenecen a esta religión, se dicen confiados de la inocencia de Naasón Joaquín y manifiestan no tener ninguna duda al respecto; permanecen y permanecerán unidos ante las adversidades sosteniendo que esta situación es obra de la voluntad de Dios para que su iglesia se dé a conocer por todo el mundo.
SRN