Maestra artesana utiliza hilos para “tejer” redes de apoyo de mujeres

Con esta red de apoyo tambien cumple con compartir sus raices y la cultura Otomí.

Reyna Rayón Salinas, maestra artesana textil. Foto: (Especial)
Mario C. Rodríguez
Estado de México /

Reyna Rayón Salinas, maestra artesana textil del Estado de México, diariamente enseña a sus alumnas la técnica del telar de cintura y lenguaje otomí, uno de los cinco dialectos reconocidos en la entidad mexiquense. Su trabajo como promotora cultural la ha ayudado a crear redes de apoyo con otras mujeres, a la par de brindarles un oficio que les da independencia económica.

En entrevista con MILENIO, explicó que como heredera de estos conocimientos ancestrales, considera que su misión es la de difundir su cultura. “Lo veo así como una encomienda de nuestros ancestros, transmitir los conocimientos, porque el día que no los transmita y los pueda transmitir, me estoy portando egoístamente y me estoy llevando a al sepultura los tesoros más ricos que tenemos sobre nuestra etnia y cultura, sobre todo por nuestras raíces”. 

Las cinco etnias reconocidas en el Estado de México son Otomi, Mazahua, Matlazincas, Tlahuica y Náhuatl. En los talleres impartidos por esta comunidad indigena, las y los estudiantes prácticamente aprenden a tejer y hablar otomí.

En lo que refiere al tejido, utiliza la técnica de telar de cintura, el cual involucra la selección de la lana, pigmentos, el uso de sus herramientas y la confección de diversas prendas, así como el plasmado de diseños originarios, que a la postre se convierten en instrumentos para la independencia económica.

“Para mí es una real satisfacción apoyar a las mujeres matlazincas, a las mujeres tlahuicas, porque esas dos etnias ya no tenía su indumentaria según su lengua, según su cultura… llegando a la conclusión de la investigación fui a enseñarles a desde hilar la lana, preparar el tinte, hace los fuetes, unir el chingüete, la elaboración de gabanes, de morrales y ahora tienen su grupo de tejedoras que se llaman “Texiqui” y ellas ya comparten conocimientos”, declaró.

Mujeres encuentran una ruta de vida

Las mujeres que participan en estas redes de hilos, color y conocimiento indígena tienen un largo trecho que recorrer. En el caso de Antonia Fernández Lazcano, una mujer que lleva seis años como alumna, destacó que poco a poco ha ido acumulando experiencia que la ha llevado a perfeccionar sus piezas.

“Ya llevamos buen tiempo de experiencia, pues ya nos hacemos nuestra prendas… Invito a todas las mujeres a que aprendan un poquito de esto y se puedan hacer sus prendas porque la verdad esto es caro y lleva su tiempecito”, dijo.

A la par, Alan Pérez Martínez, un joven de 16 años del municipio de Xonacatlán, aprendió desde los 10 años a hablar otomí por ser la lengua originaria de su región. “Es la lengua materna de nuestro municipio y creo que es algo que todos los jovenes deben de aprender a temprana edad porque están perdiendo las raíces y los jóvenes ya no quieren trabajar, ni quieren aprender, se les está olvidando”.

En este sentido, los promotores han detectado que el aprendizaje de esta lengua es muy popular entre los niños, pero una vez que crecen, dejan de interesarse en él.

Para Reyna Rayón la tarea no termina con las clases, ya que su intención es la difundir la cultura y preparar a las mujeres para que a su vez puedan transmitirla, ya sea a través del tejido o por medio del lenguaje.

“Me voy contenta porque sé que los conocimientos ya se quedaron aquí y a veces si me ponía a pensar. He compartido con casi todo el Estado de México, y ahora sí, estoy feliz porque ya los conocimientos ya los compartí”, finalizó.

PNMO

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