En medio de colonias conflictivas e instalaciones muy austeras, las risas y la alegría es lo que destaca entre cientos de niños, sin duda vocación es la palabra que define a estos maestros, que a pesar de las dificultades a las que se puedan enfrentar para llegar a su área de trabajo siempre buscan tener la mejor actitud para enseñar a sus pequeños.
Tal es el caso de Dulce María Aranda, maestra de la Primaria 20 de Noviembre ubicada en Lomas de Medina, quien lleva 15 años dedicándose a la docencia, nos compartió que por causalidad comenzó a involucrarse en este ámbito pero mientras más lo conoció y con el paso del tiempo el amor por su trabajo fue creciendo.
¨Esta es una profesión que te llena de muchas satisfacciones, no económicas, pero la carita de los niños, el agradecimiento, el hecho de encontrarlos cuando son grandes y te digan maestra todo lo que se es por usted. Que te agradezcan es algo que te llena de emoción y te hace valorar más tu trabajo¨
Sin embargo no todo fue sencillo, al egresar de la carrera se enfrentó a cosas nuevas y dificultades, algunas de ellas fueron que los maestros no querían compartir el tema de la organización, muchos eran celosos sobre la información que se manejaba y establecer relación con los padres de familia. Las carencias económicas, la indiferencia de los padres, familias disfuncionales, son cosas del día a día que le han mostrado a Dulce María que su labor va más allá de solo enseñar, pues nos relató que en ocasiones ha tenido alumnos que llegan descalzos por la falta de recursos que tienen las familias, sin embargo nos compartió que a pesar de los obstáculos, las ganas de aprender de muchos alumnos es más grande por lo que ella ha aprendido a trabajar y a sobrellevar las dificultades.
¨Esta escuela por las condiciones siempre fue vista como una escuela de paso, yo llevo ya 7 años aquí, precisamente decidí que me quedaría porque creo que hay niños que necesitan mucho de una estabilidad, de que el plantel educativo sea estable, sea consciente de las necesidades pero que sobretodo tenga amor por el lugar, yo tengo mucho amor por este lugar¨ nos compartió Dulce María con una gran sonrisa.
Expresó la importancia de inculcar a los pequeños valores, el gusto por la lectura, el patriotismo por su país, conocer sus raíces, el amor por investigar y las ganas de salir adelante, teniendo siempre presente la fuerte influencia que un maestro puede ser para los alumnos, la huella que puede dejar tanto positiva como negativamente y aprovecho para mandar una felicitación a todos los maestros.
¨Debemos recordar que son momentos de cambios y no olvidar que trabajamos con seres humanos, con material vivo y que cuando crecemos recordamos siempre a un maestro que nos haya marcado¨ concluyó Dulce.