Baile, música y el espíritu de una bailarina profesional en el cuerpo de una pequeña de 10 años, eso caracteriza a María José Guerrero Cobos “Majo”, una niña llena de sueños y ganas de salir adelante.
Ella junto con su mamá sale a trabajar en un puesto ambulante en Ciudad Madero para solventar sus gastos.
Margarita Cobos Nava, mamá de Majo, comparte a MILENIO Tamaulipas cómo llegó su hija a estudiar distintas actividades artísticas en Casa de Arte Madero.
“A Majo le detectaron articulaciones flexibles desde los cinco años, así que la llevaba a terapia y me recomendaron llevarla a una actividad donde pudiera desarrollar su flexibilidad y supe de una clase muestra de ballet y acro jazz, le gustó y se quedó”.
Las clases de ballet han ayudado a la pequeña Majo a explotar su talento e ir un poco más allá además de ayudarle en su padecimiento; su madre y familiares la apoyan en competencias y recitales en los que ha participado.
Ella tiene el sueño de convertirse en bailarina profesional y chef cuando sea grande.
Margarita Cobos es madre soltera y hace lo posible por sacar adelante a Majo y a su pequeño hijo de cuatro años; tiene su puesto ambulante donde vende controles, calcetines, pilas, rastrillos, etcétera. Además en algunas ocasiones sale a vender junto con sus hijos pan casero y bebidas en el Estadio Tamaulipas.
“Las ventas en temporada decembrina aumentan pero pasando las fiestas la venta disminuye; pero seguimos trabajando para poder vivir”.
Majo le ayuda a su mamá con el puesto ambulante y a vender pan casero; ella tiene beca completa en Casa de Arte Madero donde estudia ballet y acro jazz; la directora del Centro de Educación Artística decidió apoyarlas.
GINS