Los compases del mambo volvieron a sonar en el Salón Los Ángeles. Con las mascarillas bien puestas, los pachucos, danzoneras y aprendices de bailarines le sacaron brillo a la pista de baile luego de pasar más de un año y ocho meses cerrados por la pandemia.
Los zapatos bicolor y los llamativos vestuarios volvieron a engalanar la duela del Salón de Baile, donde ni la pandemia, ni la crisis económica pudieron acabar con este histórico lugar, que reabrió sus puertas para que decenas de bailarines pudieran danzar al compás de la orquesta.
Paola Tiburcio, con su vestido corte sirena rojo, un gran collar de flores blancas y una corona con brillos que enmarcan su belleza, baila con su pareja en medio del salón; ella luce radiante, pues asegura que extrañó el baile y a sus amigos durante el tiempo en que estuvo cerrado. Por lo que esta reapertura es una gran noticia.
“Es una alegría, es una emoción, es que el corazón te palpita tan fuerte, Gracias a Dios que ya abrieron este gran salón” dice.
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Don Miguel Nieto, el director del Salón Los Ángeles, asegura que este lugar les dio alegrías, pero el cierre por la pandemia y los gastos corrientes le provocaba dolores de cabeza.
“Con muchos problemas, hemos vivido con base de préstamos y ahora tenemos que generar el ingreso para poder pagarlos, pero tenemos muchos amigos, mismos que estoy seguro que nos van a apoyar”, dijo.
Este amor que don Miguel le tiene al Salón Los Ángeles es fuerte y puro, pues en julio de 2020 decidió hacer una campaña para recibir aportaciones voluntarias que funcionaron, en su momento, para salir de los apuros económicos, y a cambio les daban a los usuarios entradas una vez reabierto el lugar.
“Creo que es un salón que merece sobrevivir y que tiene un lugar muy especial en la vida de la cultura, de la música de la Ciudad de México”, Miguel Nieto.
La noche cae sobre la Ciudad de México, la vida nocturna post pandemia comienza a renacer como el ave fénix del Pachuco que puso a bailar durante la velada a los asistentes. En tanto, los presentes confirman el dicho que reza “el que no conoce Los Ángeles, no conoce México”.
EHR