Maná, religión y conflicto en tercera noche de migrantes

El cantante tapatío Fher Olvera sorprendió a los presentes con su visita y un palomazo,predicadores religiosos compartieron su fe; la velada festiva se vio empañada por una pelea.

Así viven los integrantes de la caravana migrante en el auditorio Benito Juárez en Zapopan, Jalisco (Fernando Carranza)
Miles de migrantes continúan en el albergue (Fernando Carranza).
Jorge Martínez
Guadalajara /

Las miles de personas que integran la caravana migrante se resguardan en el auditorio Benito Juárez, en el municipio de Zapopan, para descansar antes de continuar su camino hacia Estados Unidos, pasaron su tercera noche en territorio jalisciense, una velada que vivieron entre canciones de Maná y la palabra de Dios, según pastores cristianos, sacerdotes católicos y ortodoxos que arribaron al recinto para compartir con los viajeros.

La noche cayó en el Área Metropolitana de Guadalajara y muchos de los 4 mil 162 migrantes originarios de Honduras, Guatemala y El Salvador intentaban dormir cobijados en el recinto, pero conciliar el sueño fue prácticamente imposible, pues el auditorio se transformó en una verbena.

La visita de Fher Olvera, líder de Maná, alborotó a los presentes. La fiesta inició cuando el tapatío se aventó un palomazo con una guitarra que le prestó uno de los migrantes, e interpretó “Rayando el sol” y “El muelle de San Blas”, canciones que fueron coreadas a todo pulmón.

El cantante mexicano aprovechó su estadía para hacer un llamado a la sociedad mexicana no criminalizar a los centroamericanos y prometió que junto con Maná ofrecería un concierto gratuito para los migrantes.

La fiesta continuó en el auditorio Benito Juárez, conversar, sin necesidad de gritar, era imposible.

Tres predicadores cristianos, quienes tuvieron más público, un puñado de curas católicos y otro grupo de sacerdotes ortodoxos se disputaban la atención de los refugiados.

No solamente el abrumador ruido incomodó a los migrantes, el mal olor, producto de la concentración, invadió el ambiente.

Ayer fue un día de sonrisas para los niños, pues un mago amenizó la estadía de los infantes en el lugar, además un DJ llegó para poner a bailar a los centroamericanos.

Conflicto

De la algarabía total, los ánimos se caldearon entre los extranjeros y elementos de la policía municipal. Alrededor de las 22:00 horas, un grupo de hondureños que recién habían llegado al albergue se inconformaron por la cena.



Las autoridades habían dispuesto galletas, avena en agua y leche, pero el menú no les gustó, lo que provocó un primer zafarrancho, de hecho, intentaron salir en estampida a la calle para comprar alimentos, afortunadamente las barreras metálicas los contuvieron.

La cordura llegó gracias a un predicador cristiano que entabló diálogo entre los inconformes y las autoridades, finalmente la policía accedió a que los extranjeros salieran a la tienda a comprar alimentos.

Cuatro hondureños, en lugar de adquirir comida se tomaron varias cervezas y se alcoholizaron, situación que desencadenó un altercado con los policías municipales.

De las palabras pasaron a los golpes. La pelea concluyó con la detención de cuatro personas, tres hombres y una mujer, todos fueron remitidos a la policía de Zapopan por faltas administrativas.

Claves

Acciones.El objetivo es proteger los derechos de las personas provenientes de distintos países centroamericanos, integrantes de la caravana migrante, en su paso por este estado.

Solicitudes. Mariana Sophia Márquez Laureano, directora del Instituto  Jalisciense para los Migrantes, señaló que diez personas han pedido
informes sobre la solicitud de refugio, pero ninguna  ha iniciado los trámites para ello, y tres personas han requerido regreso asistido a su país de origen.

SRN

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