Pese a no ser municipio de mucha afluencia, Manzanilla de la Paz luce desolado

Los habitantes, admiten que no suelen recibir a muchos turistas porque la gente prefiere el ambiente festivo y mayor oferta comercial de Mazamitla pero aunque no hay gran afluencia turística, se ha restringido el acceso.

Vacío luce el municipio de Manzanilla de la Paz (Diana Barajas)
Diana Barajas
Guadalajara /

Pese a no ser un municipio con gran afluencia turística, el gobierno de Manzanilla de la Paz tomó medidas drásticas durante la activación del botón de emergencia.

Con vehículos oficiales de las diversas dependencias, bloqueó casi todos los ingresos carreteros. De extremo a extremo de las vialidades, fueron estacionadas camionetas del Sistema de Atención Médica de Urgencias, DIF y la Comisaria.

El único acceso que no permaneció bloqueado con vehículos fue el ingreso principal, donde se encuentran los arcos con el nombre del municipio, sin embargo, había un filtro vigilado por elementos de la policía municipal, quienes prohibían el paso a todas las personas que no eran residentes.

Casas de teja, clima fresco, bosque y una presa de agua cristalina, son los mayores atractivos de Manzanilla de la Paz. Para algunos, es incluso desconocido porque Mazamitla, ubicado a tan solo unos kilómetros, resulta más atractivo para el turismo local y nacional.

Los habitantes, admiten que no suelen recibir a muchos turistas porque la gente prefiere el ambiente festivo y mayor oferta comercial de Mazamitla pero aunque no hay gran afluencia turística, se ha restringido el acceso a todas las personas foráneas.

“El turismo aunque quiera entrar no puede porque está cerrado todo y son con los que a veces nos ayudamos más, con el turismo, que entra muy poco pero aún así sí se van muchas ventas”, comentó José Luis Hernández, comerciante de Manzanilla de la Paz.
“Ha estado muy solo el pueblo, no dejan pasar gente, está crítica la cosa, no hay clientes para nuestro trabajo. ¿Cuánto han disminuido tus ventas? como un 70 por ciento una semana atrás”, dijo Miguel Gutiérrez, comerciante.

Las puertas cerradas, cortinillas abajo, calles solitarias y vialidades sin tráfico, evidencian que la ciudadanía ha decidido quedarse en casa. En la plaza principal operan algunos comercios esenciales. Aunque los ingresos y bancas no están acordonados con cinta de contención, nadie se sienta ni reposa en las jardineras.

“La gente sí se ha contenido un poco más en su casa, ha estado más resguardado, han estado encerrados, sobre todo el fin de semana”, agregó Salvador Cervantes, habitante de Manzanilla de la Paz.

La famosa presa El Chiflón también permanece cerrada al público, son los propietarios y huéspedes de las cabañas que hay a los alrededores, quienes tienen el privilegio de admirar el agua cristalina ya que en el lugar había elementos de la Comisaría restringiendo el ingreso.


JMH

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